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miércoles, 7 de noviembre de 2018

Fantasmas de La Candelaria

Hace algunos años ya de esto, cuando estudiaba artes escénicas en la ciudad de Bogotá, me encontraba en un sitio en la Candelaria, que en algún otro momento fue uno de los primeros conjuntos residenciales del sector, un sitio que se cae a pedazos, pero de cuya dirección no me acuerdo en estos momentos, por más que he intentado encontrarla por Google Maps, en esa época la conocí como Miccona.

En ese sitio, muy hermoso para realizar fotografías, tuve la oportunidad de encontrarme con historias de horror, de la época y si, puede que suene como a una historia más de La Candelaria, donde es cierto, abundan los fantasmas, cada historia, cada fantasma y cada muro, nos recuerdan una parte de nuestra historia patria y de quienes empezaron a vivir y a construir lo que hoy es nuestro país.

Ese día, llegamos temprano a tomar las primeras fotos, y a conocer el lugar, cada uno se hacía cargo de su vestuario e iba adelantando algo de maquillaje, en espera de la maquilladora que llegaba a dar los toques finales. Los que no teníamos mucho trabajo que hacer, nos dedicamos a explorar el sitio. La cosa es más o menos así, una calle larga, hagan de cuenta las calles de las pensiones de las películas italianas, con casas alrededor y al fondo, dos casas, pegadas una contra la otra. Algunas de las casas ya se habían caído del todo, otras solo tenían paredes que componían el frente y las cuatro ultimas, estaban completas. En ellas, vivía una familia completa, quienes además se encargaban de cuidar el lugar para evitar saqueos.

Bueno, dentro de ese lugar, tan terrorífico y fascinante a la vez, encontré dos historias que me apasionaron demasiado, y sobre las cuales estuve buscando hasta que encontré una de ellas en un libro de Mado Martínez. Estás historias tienen que ver con mujeres y niños.

En el primer edificio en el cual entre, había solemne una escalera enorme de madera, que se sostenía por los cimientos que tenía, pero no estaba conectada a nada más, ingrese a la casa, pero no vi nada o no sentí nada particular, caminé por sus habitaciones y cuando iba saliendo, escuché los pasos de un niño, bajando la escalera, cuando me giré, lo vi, bajando y sonriendo, siguió caminando como quien no quiere la cosa y pasó a través de mi y de la puerta, tengo que reconocer que el frío que dejan en el cuerpo es horrible, un frío que congela hasta los huesos. El Niño no me vio, ni noto mi presencia, entiendo que vive en un bucle temporal, y quizá para él, en ese momento sus amigos lo estaban esperando para jugar.

La cantidad de energías infantiles que rondaban por el sitio era increíble, parecía un colegio, eran tan fuertes que generaban hasta caída de objetos y sonidos.

Pasó el tiempo y llegó el atardecer, momento propicio para realizar unas fotos en la terraza de una de las viviendas. Por alguna razón no había subido hasta allá, cuando lo hice, me devolvieron por un estuche de maquillaje, al bajar, vi una mujer, con un traje muy tosco de tela muy dura, con su cabello crespo, descalza, quien salía del sitio donde teníamos nuestras pertenencias, lo primero que pensé, fue en un robo, pero esa mujer jamás la había visto en todo el día, revise y no había rastro de que se hubiese robado algo, todos los maletines estaban cerrados y el desorden usual de los actores estaba en su sitio.

Subí a dejar el maquillaje, pero no pude quitarme esa presencia de la mente, baje nuevamente y la encontré “barriendo” en el primer piso, intenté hablarle pero no me escuchaba, creo que también vivía en un bucle temporal, aunque se veía con una felicidad tan extraña, para ser un espíritu que deambula por un lugar.

Y me atrevo a decir, que los fantasmas de La Candelaria, no se han dado cuenta que están muertos y en sus mentes siguen y siguen pasando sus vidas e imagino que cada día se reinicia.

Algún día quiero volver a ese sitio, y tomar mis propias fotos o hacer un vídeo, contándoles las historias de los que sucede.

Creo que va llegando el momento de dar el siguiente paso, hacer investigación en vídeo y crear un canal de YouTube. Que piensan?

No olviden compartir estas historias entre sus conocidos a quienes les gusten este tipo de relatos.

Y quienes quieran contarme sus experiencias o preguntarme cosas, esta el buzón de mensajes o los directos!

sábado, 14 de julio de 2018

Niño fantasma en Pomona

Cuando mi hermanita se mudo a vivir y estudiar un pre-universitario en Popayán, vivió en un aparta estudio de una habitación en el sector de Pomona, junto a un primo y a varios de sus amigos, quienes mantenían mucho tiempo allá. En algún momento, tuve la oportunidad de ir a visitarla, para conocer Popayán y ademas para acompañarla a Medellín a presentarse a la Universidad de Antioquía.

Llegué a su apartamento, muy normal, algo cansado después de estar viajando todo el día, salude a todo el mundo y empezamos a hablar sobre lo que haríamos esa noche. Cuando vi que paso una sombre corriendo por la puerta, pensé que habría algún niño, entonces en tono de broma le dije a mi hermana que si era que tenía algún admirador menor de edad y me dijo que no, que en el edificio no vivían niños, pero que si habían estado sucediendo cosas raras.

Por ejemplo se escuchaban los platos en la cocina, como si alguien los estuviera usando, aún cuando todos estaban en la habitación, alguna que otra vez, los platos se caían. También se escuchaba como si hubiese alguien corriendo por el pasillo pero que en términos generales, no le daba miedo, pues sentía que era alguien muy infantil.

Esa noche salimos, conocí muchos sitios de Popayán, me enamore de sus paredes blancas, de su clima frío, de sus noches húmedas y frías, de toda su historia y de toda su actividad paranormal. Fuimos a dejar a una amiga de mi hermana al sitio donde vivía y en un puente que comunica dos barrios, vi a dos mujeres, que se veaian con su rostro y cuerpos quemados, se lamentaban demasiado, pero no tenían ningún intención de establecer comunicación, solo estaban ahí. Al regresar al apartamento después de haber estado un rato en el Pueblo Patojo, vi un niño parado al final del pasillo, les dije que entraran a todos y hable con él, me dijo que se llamaba Miguel, pero prefería que le llamaran Miguelito, un niño muy simpático y juguetón, enamorado de las niñas que vivían en ese apartamento.

Miguelito decía que prefería vivir ahí, que en cualquier otro sitio, que le encantaba la gente que estaba ahí y que cuando se aburría, le gustaba mover cosas y ver las reacciones de las personas.

Mi hermana se mudó y nunca supe qué pasó, pues jamás quizo que lo ayudara. Si alguien visita ese sitio, llámenlo y pregúntale qué quiere, quizá obtengan algo de actividad paranormal, pues le encanta que lo vean.

jueves, 31 de mayo de 2018

Experiencia en Armero y Honda (Tolima)

Por las fechas del 18 al 20 de mayo de este año, nos embarcamos en una aventura de fin de semana con un amigo, decidimos viajar a Doradal, a la Hacienda Nápoles, obviamente, para viajar hacia Doradal, desde Florencia, hay que pasar por el Huila y por Tolima, específicamente por Armero, para aquello que no lo sepan, el 13 de noviembre de 1985, producto de una erupción del volcán Nevado del Ruiz y por lo flujos pirosclasticos del mismo, que ocasionaron que el 10% del casquete glacial de la montaña se fundiera y enviara 4 lahares (flujos de tierra, lodo y escombros) contra cuatros ríos que nacían en las faldas del volcán.

Uno de los pueblos que se ubicaba en la ribera del río a 50 km del volcán, era Armero, una prospera ciudad del departamento del Tolima, que en cuestión de horas se vio destruida en un 85% y donde perecieron mas de 20.000 de los 29.000 habitantes del pueblo.

Centro del pueblo (Plaza Fundadores)
En el centro del pueblo, donde estaba la plaza, se erigió este monumento que permite ver el pueblo desde los cuatro puntos cardinales, como un recuerdo a los fantasmas que allí habitan. Cerca de este sitio, se encontraba el bar - café Hawai, donde se tomaba tinto en las mañanas y cerveza en las tardes, lugar donde están concentradas muchas lapidas.
Desde mi conocimiento, me pareció que en los sitios donde habían arboles, se concentraba la mayor cantidad de energía, en un principio no quise dejarme permear por nada, solo quería hacer mi recorrido y ofrecer un homenaje silencioso a las victimas, pero mi amigo, me pidió que intentara ver algo.

Obelisco de conmemoración a las
victimas del Hospital San Lorenzo
Caminando entre los arboles para dirigirnos al sitio donde esta levantado una especie de obelisco sin punta, en recuerdo a todas las victimas del hospital San Lorenzo y del Centro Psiquiátrico, pasando debajo de los arboles, cerca de dos lapidas, pude sentir la presencia de una mujer y un dolor indescriptible.

Sentí que alguien se quería comunicar conmigo o que estaba invadiendo un sitio, que otrora había pertenecido a alguien más.

Cerca de allí esta el sitio donde Juan Pablo II se arrodillo y oro por todos los muertos de Armero, lugar que fue declarado campo santo y donde debo decir, no se respeta para nada la memoria de los muertos.


Cúpula de la Iglesia San Lorenzo,
encontrada kilómetros abajo
de su ubicación actual.
Por suerte para nosotros, un señor que iba saliendo en su bicicleta, nos indico como llegar al centro del pueblo y nos siguió, contándonos como él mismo había perdido a su esposa y a su hermano en esa tragedia, no dijo que a pesar de vivir en uno de los barrios mas alejados del lugar por el que ingreso el lahar al pueblo, el tiempo que tuvo de reacción fue muy corto, y ademas nos contó como el Estado, después de haber tenido conocimiento de que la tragedia era inminente, lo único que hizo fue ayudarles a construir una nueva ciudad cerca de la anterior, y después de que los medios internacionales se fueron, los volvió a dejar en el olvido.

Le dimos algo de dinero en agradecimiento por la guía que nos presto y le pedimos que nos enseñara donde quedaba la tumba de Omayra Sánchez y el muy amablemente nos llevo, guiándonos con su monareta.


Omayra Sánchez fue una niña colombiana de 13 años, victima de la erupción que arraso con Armero, una niña que sobrevivió 3 días metida en un hueco con agua, porque sus piernas habían sido atrapadas por una pared, lo que imposibilitaba su rescate. Una niña que a pesar del momento que estaba viviendo, nunca dejo de preocuparse por las notas del colegio y por su mamá.

El sitio donde murio Omayra, ha sido convertido en un lugar donde se encuentran placas de agradecimiento, peticiones, una que otra muñeca de aspecto macabro y cosas bastante raras.

Es un sitio donde confluyen muchas energías, donde hay dolor, rabia, impotencia, donde no se siente que corra aire limpio. En fin, de toda la experiencia, me pareció que era el sitio mas tenebroso, hasta ese momento.

Saliendo del sitio donde esta ubicada la tumba de Omayra, me preguntaron si había visto algo, cerré mis ojos y me concentro al máximo para poder sentir o escuchar algo y fue cuando vi entre dos arboles, una bruma espesa que se alejaba de nosotros, a unos 100 metros, y hacia el otro lado, por mi ventana (yo conducía), vi una lapida sobre una piedra enorme y sobre ella sentada, un niño de al menos unos 5 años, que vestía un pantalón corto, que estaba rasgado, no tenía camisa ni nada que cubriera su torso, ni tampoco tenía zapatos. El niño no se percato de nuestra presencia. Me perdonaran por no tomar fotos, pero no me pareció pertinente y de hecho me pareció muy irrespetuoso hacerlo, pues yo no fui a molestar, solo a presentar mis respetos.

No me quise bajar en ese punto del carro, porque a esa hora, 5 de la tarde, los moscos se alborotan de una manera absurda y parecía una mazorca rosada de tanta picadura.

Proseguimos con nuestro viaje y llegamos a la ciudad de Honda, Tolima, donde un amigo de mi amigo, nos esperaba para pasar la noche ahí. El muy amablemente nos hospedo en una finca donde trabaja.

Al llegar a esa finca y cruzar el portón, pude notar que habían muchas cosas raras que sucedían en ese sitio, sin embargo, pensé que estaba un poco paranoico aún por lo de Armero y no le di gran importancia, hasta que ingresamos a la casa y me di cuenta que en varios puntos de la casa, habían sombras, habían presencias y habían cosas que estaban muy interesadas en nosotros. Total que dejamos las maletas y salimos a comer a La Dorada, cuando íbamos saliendo y al dar reversa en el carro, a través de la cámara de reversa del mismo, vi pasar a alguien por detrás del carro, al mirar por los espejos no había nadie..

Estando en la Dorada, le pregunté al amigo de mi amigo, si en la casa asustaban, me pregunto el porque decía eso y le comente lo que había visto, me confirmo todas las sospechas y acerté en los lugares donde mas molestaban, me contó las cosas que le hacían a las personas que se quedaban ahí, pero se las contare mas adelante.

Esa noche, como a eso de la 1 de la mañana, nos fuimos a dormir, a las 3 de la mañana, me desperté, porque sentía mucho calor y me sentía incomodo, como estaba durmiendo cerca de la cortina, la moví y vi a alguien asomado por la ventana donde estaba, me dio mucho susto, pero intente quedarme dormido. Al despertarme, encontré en el piso de la habitación una moneda de $100 (cien pesos) y preferí dejarla ahí.

Al día siguiente, después de haber pasado el día en la Hacienda Nápoles, donde por cierto, invito a todas las personas que tengan algún tipo de percepción extrasensorial a que se acerquen a la pista o a lo que queda de pista y me digan que han sentido.

Bueno, el caso es que llegamos muy cansados y nos acostamos a dormir, mi amigo intento dormir y no pudo y empezó a chatear en su celular, cuando ya estaba bien oscuro, escucho como que alguien caminaba fuera de la habitación donde estábamos y sintió como si alguien se sentara en la esquina de la cama donde estaba, el creyó que era yo, pero al alumbrar con el celular, no había nadie y por supuesto yo estaba en la otra cama, durmiendo.

Dice que intento rezar pero se le olvidaba hasta el nombre y por lo tanto opto por despertarme, pero no decirme nada de lo que había pasado, temiendo que quizá yo confirmara que había alguien en la habitación con nosotros.

Salimos de la habitación y lo primero que notamos fue un olor a flores de cementerio, salimos de ahí muy rápido y nos sentamos debajo de los arboles que habían en la entrada de la casa, cuando mire hacia el paso a la piscina y vi la silueta de alguien parado ahí, tampoco quise decir nada pero escuchamos como se movían cosas detrás de nosotros. Por lo tanto, valientemente fuimos a buscar al mayordomo de la finca y a la esposa, y al ver la cara de asustados que teníamos, les contamos todo lo que habíamos vivido.

Recuerdan la moneda de $100 pesos que había en el suelo, pues resulta que al llega de Nápoles, Cristian (mi amigo), deposito $300 que tenía en el bolsillo, una moneda de $200 de las antiguas y una de $100 de las nuevas, pues bien, al despertarse, encontró $800, en puras monedas de $100 de la nuevas, ¿por qué es relevante esto?, pues resulta que por toda la finca se encuentran monedas de estas, en las materas, en los arboles, en las camas, en los baños y no hay explicación lógica a quien las deja ahí y por qué.

Esa noche no fuimos capaces de dormir en ese sitio y nos quedamos en el apartamento del amigo de Cristian en Honda, al día siguiente viajamos de nuevo, pero me quede con el sinsabor de querer saber que había pasado, me hubiese gustado pasar la noche ahí, pero sabía que esa noche iba a pasar algo fuerte.

Si les gusto la historia no olviden suscribirse y seguirme en mi página en Facebook con el mismo nombre "Mi Sitio Paranormal". Compartan y comenten!

miércoles, 16 de mayo de 2018

MI RELACIÓN CON LOS ELEMENTALES.

Según la mitología los elementales son seres del mundo espiritual, conectados directamente con los cuatro elementos (de allí su nombre) que rigen al planeta tierra: agua, tierra, aire y fuego.
Se los representa como figuras humanizadas, vestidas de manera extraña y rodeados de mucho misterio. Esta es sólo su apariencia, para que pueda identificárselos. Datan de mucho tiempo, que son anteriores a la aparición del hombre en el planeta. - Paracelso.

Mis padres, tienen una parcela en compañía de otro abogado y su esposa, por la vía que de Florencia conduce a la ciudad de Neiva, mas exactamente, en el km 17, al principio se tuvieron que hacer unos cuantos arreglos pero la parcela es bastante bonita, queda en la parte alta de una peña y abajo, queda una quebrada que es afluente del río Hacha.

Resulta que como siempre que hago cuando llego a algún sitio nuevo y que tengo que habitar de alguna manera, trato de levantar barreras, para que cualquier energía de extraña vibración o con malas intenciones no pueda pasar, pero al hacer esa barrera, me di cuenta que dentro de la casa, habitaba un espíritu bastante particular, lleno de una energía que era desconocida para mí.

Lo busqué, hasta que encontré la fuente de la que emanaba la energía y me di cuenta que tenía el tamaño de un niño, pero estaba subido en un árbol, tenía el rostro de alguien que había vívido mucho tiempo. Me contó que era el espíritu protector de toda esa zona, del agua y del bosque que rodeaban todas las fincas. Yo le dije que nosotros eramos a partir de ahora los dueños de ese sitio, que no queríamos cortar arboles ni destruir el ecosistema, que nuestras actividades solo se restringirían a la casa o al río, que podía seguir cuidando todo alrededor, pero no quería que se metiera a la casa a mover cosas o a asustar a las personas que estuvieran ahí. Acepto de buena manera y se fue.

Una tarde, estando en el río con mi familia, escuche una voz, que sonaba como la mía, que me llama por mi nombre, no una sola vez, fueron tres veces en que me grito, y el último grito fue desesperado, les dije a todos que nos saliéramos del río y que subiéramos, pues el viento estaba soplando muy fuerte, cuando íbamos llegando a la casa, vimos como el agua se había puesto muy turbia y el nivel del río había crecido.

La siguiente vez, estaba con unos amigos y paso lo mismo, solo que esta vez, la advertencia no llego tan rápido y al mirar hacía la parte alta del río, vi como una masa de agua de unos 10 cms de altura, venía bajando por encima del río, tuvimos que correr mucho, y hasta nos caímos tratando de salir, por suerte no hubo mayores daños que los golpes.

Una noche, en un evento bastante particular que organizamos con mis hermanos y sus amigos, llamado el "Parceleishon", estábamos tomando, eran alrededor de las 2:30 de la mañana, cuando vi a este ser, asomado sobre el mirador, tratando de tomar el pelo de mi hermana, que estaba en la hamaca, y que su pelo daba justo donde el estaba, entonces lo reprendí y le pregunté que en que habíamos quedado y me dijo que solo quería advertirme, que había algo muy fuerte y peligroso, que venía subiendo río arriba y que no le gustaba lo que estábamos haciendo, que estaba siendo atraído por la música y que podía lastimarnos, que mejor nos fuéramos a dormir un rato y luego saliéramos. Esa noche se suspendió todo y después algunos decidieron salir y seguir, yo por mi parte, me quede durmiendo, pues esa energía de ese ser, siempre es desgastante y las barreras de protección se alcanzaron a ver comprometidas, no quisiera ni imaginar la fuerza del ser que subió por el río y que habría sucedido si no existiera la protección.

viernes, 27 de abril de 2018

Historia de un sueño... o eso creo


Cuando tenía 6 años, mi abuela materna falleció, ella era un ser muy especial, la verdad es que al ser el primer nieto, siempre fui su consentido, siempre estuvo muy pendiente de mi y me defendía por encima de cualquier castigo o regaño, pero como en esta vida nuestro paso esta medido, ella tuvo que irse por una afección cardíaca. De ella tengo recuerdos muy hermosos, de ella, de su casa, de la tienda, de su perro (con quien compartía mi tetero), de su amor, pero hay un recuerdo, que la verdad no he podido determinar si fue real o fue un sueño.

Resulta que realmente uno tiene muy poca memoria de ser niño y la razón es porque cuando creces, aprendes a juzgar todo lo que te paso y a clasificarlo, cosas bonitas en un lado, cosas feas en otro, pero cuando se es niño, todo es nuevo, todo es aprendizaje.

Cuando mi abuela murió, mis padres no quisieron llevarme al velorio de ella, pues no sabían como enfrentarse a las preguntas de un niño, ni mucho menos explicarle porque la abuela estaba acostada en esa caja y no se iba a volver a levantar, que esa sería la última vez que la vería, pero jamás la volvería a ver sonreír, pero no contaban, con que ella y yo, debíamos despedirnos para siempre.

La noche después de su entierro, yo estaba acostado, no se si me quede dormido llorando o si seguía llorando, solo recuerdo que veía la pared de mi habitación, cuando una luz se encendió detrás de mi, lo se, porque vi mi sombra en la pared, al girar, la vi de nuevo, estaba parada junto a mi cama, vestida de blanco, sonriendo, como la recordaba.

Se sentó en el borde de mi cama, me toco la cabeza y me dijo que venía a despedirse, pero quería pedirme un favor muy grande, que dejara de llorarla, que si seguía llorando por ella, se iba a poner muy triste y no se iba a poder ir, que ella quería descansar y ansiaba irse. Le hice prometerme que jamás me dejaría solo y me lo prometió, le jure que no volvería a llorar por ella y se fue.

Mucho tiempo después, cuando vivía en Bogotá y tenia un día muy duro o un día muy triste, recuerdo haberla visto entrar a mi habitación, acostarme en sus piernas y quedarme dormido, para levantarme al otro día sin zapatos y completamente cobijado en mi cama.

Siempre he sabido que todos tenemos ángeles que nos cuidan y mi ángel se llama MARÍA ANTONIA, me dedico sus últimos años de vida y después de morir, sigue acompañándome. Gracias abuela y hasta que nos volvamos a encontrar!

domingo, 22 de abril de 2018

Juan David

Hola a todos, perdón por tenerlos tan olvidados, pero múltiples ocupaciones no me han permitido escribir, eso y que además la historia que tengo para contarles hoy, merece toda mi atención, esta historia, es un homenaje al amor, un homenaje a un angelito con quien tuve la oportunidad de compartir en vida y después de su muerte también.

La historia de hoy es la de Juan David Martínez Delgado, quien murió en el año 2014, en vida siempre fue un niño carismático, demasiado amoroso, un niño que amaba por encima de todo a su familia.

Lo conocí las muchas veces que fui a Cali, pues es primo de mis primos y vivían en la misma casa, solo que separados por un piso, sus padres son unas personas muy cariñosas, que es en ese momento donde uno no entiende porque suceden estas cosas a personas así.

La fecha de su muerte no la recuerdo con exactitud, solo se que fue para el cumpleaños de su mamá. En ese fin de semana se encontraban celebrando el cumpleaños mi prima y el de la mamá de JuanDa, habían varios jóvenes, compañeros de mi prima y estaba por supuesto la familia, mis padres se encontraban en Cali ese fin de semana, yo no pude viajar, pero me encontraba en Solita - Caquetá, visitando a mi mejor amigo, quien hacia su rural en ese municipio.

Todo sucedió en una finca de Rozo - Valle, Juan David se encontraba jugando junto a una de sus primitas pequeñas en la piscina, intentando sacar unas bombas de la piscina, todo el mundo estaba pendiente de los niños que estaban en la piscina, en especial mi mamá, pero cuando estas cosas tienen que pasar, no hay nada que pueda detenerlas.

Mi mamá tuvo que salir a recoger a mi hermana que venía de Cali para Rozo en una buseta de servicio público, entonces se fue con mi papá y el abuelo de JuanDa, iban llegando a Rozo, cuando mi mamá recibió una llamada de mi tío, diciéndole que alguien se había ahogado en la piscina, que uno de los muchachos que estaba ahí, se había ahogado, pero después volvió a llamar, para decir que era JuanDa quien se había ahogado. Mi madre inmediatamente le comunico la noticia al abuelo de JuanDa y me llamo, yo estaba en ese momento viendo una película con otras personas, cuando recibí la llamada, ese día descubrí la fuerza que tenía Juan. Cerré los ojos en un afán de establecer algún contacto con él, para intentar ayudarlo, sabiendo que estaba lejos y que quizá no podría, inmediatamente me llene de un miedo que sabía que no era mío, le pregunté que donde estaba, que si estaba bien, que porque no estaba viendo nada, y me desconectó.

Después de un rato recibí una llamada de mi primo, quien me contó lo que había pasado y me preguntó que podía hacer por JuanDa, quería saber si se había "ido" ya o si se encontraba por ahí, le dije que había intentado comunicarme con él, pero que el niño sentía miedo, le pedí que hablará con Juan y le dijera que me permitiera ayudarlo, así lo hizo.

Inmediatamente y mientras estaba sentado en una silla, fui extraído de mi propia mente, para aparecer junto a Juan David en la finca de Rozo, viendo la piscina, le pregunte como estaba, como se sentía. Me confesó que sentía mucho miedo y dolor, pero de ver a su mamá y a su papá en el estado en el que estaban, pero que las cosas tenían que suceder así. Le pregunté si había sufrido mucho o si le había dolido, me dijo que no, pero que podía enseñarme lo que sintió. De inmediato me encontré frente a la piscina, mirando un globo y sentía que me iba de cabeza a la piscina, baje al fondo para tratar de impulsarme y una mano muy poderosa me sacó de la piscina, cuando vi quien era, su imagen era muy parecida a la que muestran como la Virgen María, a través del recuerdo de Juan David, escuche la voz de esa mujer, diciéndole que había venido por él, que los niños no debían sufrir al momento de morir y que ella personalmente los guiaba para que pudieran seguir. Nuevamente Juan David me saco del recuerdo y me explico muchas cosas, se sorprendió de que pudiera ayudarlo estando tan lejos, pero me encargo que hablara con sus padres y les ayudara con el duelo que debían hacer.

Me explico que las cosas debían suceder de esa manera, que nadie tenía la culpa de lo que había pasado, pero que todos debían seguir adelante con sus vidas. A pesar de la corta edad física que tenía JuanDa, comprendí que su alma era un alma muy vieja, que ya había vivido muchas cosas y que solo estaba aquí, en este plano y había elegido vivir esa vida, para enseñarnos a todos los que lo rodeamos el amor hacia la familia y la entrega hacia los demás.

Tiempo después el abuelo de Juan David estuvo hospitalizado, muy enfermo, en la noche, antes de dormir, nuevamente fui raptado de mi propia mente y aparecí en la habitación de una clínica, viendo al abuelo de Juan, vi a Juan David escondiéndose de su abuelo y le pregunte por que lo hacia, me dijo que si su abuelo lo veía, aceleraría un proceso que aún no iba a suceder y se iría con él, pero que aún no lo necesitaban, así que se escondía. Al día siguiente, mientras le contaba a mi madre lo que había visto, me entró una llamada de mi tía, para contarme exactamente lo que había visto la noche anterior, y como su papá le había dicho que Juan David había ido a visitarlo esa noche pero que se le escondía, y no se dejaba ver bien.

Juan David fue un ángel en vida y después de su muerte siguió siéndolo y para mi, fue un guía espiritual, un ser de luz que me enseño muchas cosas y me mostró cosas que no creí que sucedieran.

Juan David Martínez Delgado, esto es con mucho amor para ti, por tu legado, por tus enseñanzas y por tu carisma. Espero de todo corazón que les haya gustado, cada que recuerdo esta historia, siendo nostalgia y ganas de llorar, por eso quise hacer este homenaje.

Gracias Juan David y hasta que nos volvamos a encontrar.

sábado, 14 de abril de 2018

Demonio en el Star Mark de la 51 con 7ma.

Una noche, salí de trabajar, para esa época trabajaba en una fundación audiovisual que tenía su oficina en el centro, llegue a Chapinero y entre al Star Mark de la 51 a comprar algo para comer, estaba haciendo la fila, cuando sentí un frío terrible en la espalda, volteé a mirar y en el umbral de la puerta había una criatura con una capa negra, rota en los extremos, ojos de color rojo, manos largas y con unas garras muy filosas y largas que sobresalían, olía demasiado a sangre, a muerte.
Esta criatura se movía muy rápido, como si fuera una sombra, y empezó a pasar por en medio de las personas que habían en el lugar, pasando sus dedos enormes por sus cuellos, oliéndolos y me atrevo a decir que saboreando, entendí que estaba buscando comida, y que quizá esa noche alguna de las personas que estaba en esa sala iba a morir de alguna forma violenta. 
En un momento se paró en frente de mi, y fingí no verlo, pero la verdad es que imagino que notaba el olor de mi miedo y debió darse cuenta que lo vi, después salió del sitio, moviéndose muy rápido. 
Ese ser me recordó mucho al que vi en las residencia universitarias, un ser parasito.
Me atrevo a decir, que cuando se producen esos extraños accidentes en que la persona pierde el control de su auto, o que se cae o algo así, esos seres están detrás de todo eso, buscando almas para alimentarse.

Si alguna vez llegan a verlos, o a sentirlos, no se alarmen, solo piensen que no les pueden hacer nada y váyanse a dormir, no tienten al destino.

lunes, 9 de abril de 2018

Residencias Universitarias de la Nacional

Residencias Universitarias 10 de Mayo (Universidad Nacional)


Aún hoy, después de casi 9 años de ese suceso lo tengo en mi memoria, como si hubiese sido reciente. Hoy les voy a contar, acerca de la primera experiencia que tuve con un ser de una oscuridad abrumadora, con el único objetivo de hacer daño.

Primero quiero situarlos en el espacio - tiempo de este relato.

Corría el año 2009, me encontraba estudiando Dirección y Producción de Cine y Televisión en la ciudad de Bogotá, tenía un grupo de amigos a quienes quiero demasiado y con quienes trabajamos muy bien a la hora de rodar los cortometrajes exigidos para final de cada semestre. Sus nombres son Laura, Luisa, Andrés y Tomas, para ese semestre tuvimos que recurrir a locaciones exteriores a la Universidad, pues por regla general, después del segundo semestre, ya se nos consideraba lo suficientemente grandes como para que nos prestarán los equipos y sacarlos de la U.

Después de dar muchas vueltas, discusiones y falta de presupuesto, Laura nos sugirió un sitio que quedaba cerca de Corferias, conocido por ser la sede las residencias universitaria de los estudiantes de la Universidad Nacional de Colombia, un sitio que otrora hizo parte del Centro Urbano Antonio Nariño, que reunía a la perfección los elementos necesarios para el corto que pretendíamos hacer.

Este sitio ubicado entre la Avenida Las Américas y Corferias y la Carrera 33 y la Calle 24, a escasas calles de la salida de la Calle 45 de la Universidad Nacional.

Edificio que fue consumido parcialmente por un incendio producido por un enfrentamiento entre la fuerza pública y el movimiento estudiantil hace ya mas de 60 años, incendio que devoro 9 pisos de la torre 1 y que a la fecha en que sucedieron los hechos, no habían sido restaurados. 

Las veces que he ido a Bogotá y he pasado por ese sitio, siento como si se me nublará nuevamente el corazón y la vista como aquella noche.

Sin otro particular empecemos.

La primera noche de rodaje, todo transcurrió de manera normal, eramos un grupo muy grande de muchachos que incluían a mis amigos de siempre y un técnico de iluminación que por suerte fue con nosotros, y nos ayudo con uno que otro gallo eléctrico que tenían los equipos.

Esa noche, nos dimos cuenta que el sitio al que nos estábamos metiendo, tenía una carga energética particular, sus habitantes, eran de diversos orígenes, incluyendo étnicos y el sitio no se mantenía en las mejores condiciones, sin embargo la pasión de hacer lo que nos gustaba nos movía a trabajar fuerte.

Para ese rodaje Lau era la directora, Andrés era el camarógrafo, Luisa era la iluminadora y yo era Productor, después de mucho voltear, encontramos el pasillo que necesitábamos y nos pusimos a trabajar, para ese momento, ya me encontraba un poco aturdido, pues habían sombras que pasaban y pasaban, pero no se decidían a hablar o a materializarse, por lo que no le di mucha importancia. Esa noche terminamos de grabar a las 2 o 3 de la mañana, guardamos equipos y nos dispusimos en la parte de afuera del edificio a esperar que llegará el carro que iba a recoger los equipos y guardarlos en casa de algún compañero. 

Nos encontrábamos en esas, cuando escuche que me hablaron, gire mi vista hacia la parte del edificio que estaba quemada y habían dos personas, una mujer de mediana edad, cabello largo, ojos tristes y piel descarnada y un hombre mayor, un poco calvo y piel descarnada también. Estaban muy interesados en nosotros y en lo que estábamos haciendo, cuando se dieron cuento que los estaba viendo. Aún no comprendo como funciona esto, pero imagino que así como yo los veo a ellos y lo siento a través de la piel o de su magnetismo, ellos también me sienten a mi y me buscan. La cuestión es que ella, me advirtió que lo que estábamos haciendo no le gustaba a "Eso", que por favor nos fuéramos y que no buscáramos problemas, que estabamos entrando en algo mucho mas grande que nosotros y muy peligroso ademas.

Mis amigos, conocedores del tema (a Andrés fue a quien se le sentó el niño en el brazo de la silla), me preguntaron si algo estaba mal, les dije lo que me dijo el espíritu de esa mujer y nos quedamos en silencio, pero entonces, en tono de burla, Luisa dijo: "Pues que venga, que se aparezca, que aquí lo atendemos". Le pedimos respeto, pero las cosas quedaron en una tensa calma, el carro llegó, cargamos los equipos y nos fuimos a dormir.

A la noche siguiente, teníamos que terminar el rodaje, así que nos dirigimos nuevamente al sitio y empezamos nuestro trabajo de nuevo, pero esa noche traería sorpresas.

Como a eso de la 1 de la mañana, Luisa me comento que tenía demasiado frío y que se sentía muy mal, no le prestamos demasiada importancia pues era Bogotá en la madrugada, cuando la vi sentada, fue cuando me preocupe, ademas que ya había sentido una presencia que iba y venía todo el tiempo y el ambiente se ponía mas pesado. Fui donde estaba sentada y me dijo que tenía demasiado frío y en efecto temblaba mucho, le preste una chaqueta muy gruesa que tenía y la abrace con una manta aislante grande para ver si lograba que le pasará el frío, a esas alturas lo único que me preocupaba era que se enfermará, aunque la temperatura, he de decirlo, no era demasiado baja.

Pero algo paso, cuando Luisa tocó mi mano, mi vista cambió y logre identificar algo que se escondía en las sombras de un parque de niños, una sombra, de mas de 1.80 metros de altura, totalmente negra, mas negra que la oscuridad que tenía al fondo, con un par de puntos rojos donde usualmente deberían estar los ojos y fuego que salía de una grieta que debería ser la boca de una persona, esa figura nos observaba y se percató de mi vista, se desplaza lento, como una sombra que avanza por el sol, pero el miedo no me permitió moverme, he de reconocer que tuve mucho miedo en ese momento, pues no entendía quien era o que era eso, ni que quería, solo podía verlo desplazarse y llegar donde estábamos Lu y yo.

Le dije que se fuera y nos dejará en paz, pero solo se río, dijo que ella quería verlo, que lo había retado y ahí estaba, respondiendo el reto, que lo único que quería era su alma, enseñarle una lección.

Fueron unos minutos angustiantes, pero fui incapaz de dejarla sola, su poder era tal, que todo el ruido desapareció, solo podía quedarme ahí, observando mientras se reía, mientras estaba de pie frente a nosotros, sintiendo toda la energía que lo alimentaba, todo el dolor, la ira, la muerte. Se identifico como el dueño de todo ese lugar y me dijo que lo estábamos perturbando, que no teníamos ningún derecho de estar ahí, que todo lo que a ese sitio llegaba, le pertenecía, y eso nos incluía, solo le repetía que no podía permitir que le hiciera daño a ninguno, incluyéndome, hasta que me dijo que entonces si no se la llevaba a ella, me llevaba a mi, y lo que imagino era su mano, atravesó mi pecho por el esternón, cuando hizo eso, sentí como si tomaran un cuchillo congelado y me empezaran a cortar el pecho, lo único que pude sentir en ese momento es como Luisa dejo de temblar y empece a temblar yo, me faltaban fuerzas, por suerte, Andrés estaba mirando todo, lo que físicamente podía ver y se sentó junto a mi, le dije ayúdeme que no puedo más, y puso su mano en mi pecho y empezó a orar, tan pronto lo hizo, empece a sentir un calor que salía de su mano, entraba en contacto con mi piel y sanaba la herida que esa entidad había hecho en mí, con la llegada de Andrés, la entidad desapareció, pero se escucho un ruido de cristales rompiéndose, lo único que pensé, era que se había caído alguna luz, y Andrés salió corriendo junto con los demás del equipo, a ver que sucedía.

En ese momento la entidad volvió y se paro al lado de un trípode que sostenía una luz y la inclinó, pero no la dejo caer, la soltó de nuevo y se fue. Mis compañeros de equipo trajeron a Sebastián, otro de los chicos que estudiaba conmigo, con una herida en sus manos, pues había roto la puerta de vidrio que daba del interior al exterior del edificio, Sebastián se sentó junto a mi y le pregunte si estaba bien, solo levanto un dedo y me dijo, me corté, su dedo goteaba sangre, su mirada era bastante extraña, le dije a Laura que lo llevara a otro sitio, que lo alejara de Luisa y yo.

Eso fue mas o menos hasta las 4 de la mañana, terminamos de grabar, nos amaneció y me dirigí con los equipos y con Sebastian a la Universidad a entregar todo, para poder irme a descansar, Sebastian me pregunto si podía irse, porque no soportaba verme, lo mande para la casa, entregue equipos, salí de la Universidad casi a las 8 de la mañana, llegué a mi casa, muy cansado y la señora que cuidaba que todo estuviera en orden, me detuvo en la puerta y empezó a decirle a algo que venía detrás de mi, según ella, que se fuera, que no podía estar ahí y lo saco, sentí como si un peso se me bajará de encima y dormí hasta el día siguiente.

Cuando Luisa llegó a Mosquera (Cundinamarca), donde vivía y pudo hablar con su mamá, le preguntó que estaba haciendo o que había pasado entre las 2 y 3 de la mañana, pues se había despertado muy angustiada pensando en ella y sentía que algo malo le sucedía, ella le contó lo que había sucedido y su mamá la regaño, por haber hecho lo que hizo.

Con el paso de los días nos animamos a hablar de lo que paso y solo nos reíamos, pues a pesar de lo aterrador y raro que se había puesto todo, ya había acabado.

Esa fue la primera vez que vi una energía oscura tan concentrada, capaz de adquirir una forma corpórea y con tanta sed de violencia, sin embargo no fue la última. Asumo que a esas formas es a lo que La Biblia llama demonios y sentí todo el poder que aparece descrito en ese libro.

También pude sentir el poder de la oración y sobre todo de la oración hecha con fe y con amor, gracias a Andrés que en ese momento supo que hacer, es que las cosas no pasaron a mayores.

Espero que les guste la entrada de hoy, no olviden suscribirse por los medios que puedan, la verdad aún no entiendo el funcionamiento de este blog, y cualquier duda, no duden en escribirme!

martes, 3 de abril de 2018

Niño Fantasma Timbío - Cauca

Toda la Semana Santa tuve la oportunidad de pasarla con mi familia en una finca que alquilamos en Timbio - Cauca, una noche, mientras estábamos esperando terminar unas compras que estábamos haciendo, frente al Estanco donde estábamos había un parque deportivo, de esos que tienen maquinas donde utilizas tu propio peso para moverlas y así ejercitarte.

Como cosa normal, un niño se acerco a una de esas maquinas y empezó a moverla, como era de las grandes, donde utilizan dos piernas para moverla, piernas adultas por supuesto, se paro en una sola y empezó a jugar, mi sorpresa fue enorme cuando me percate que aquel niño era un fantasma, por la tanto tome mi celular y grabe esto.

Después de haberlo grabado, volvió a moverse, no le pregunte quien era ni que quería, porque habían mas personas ahí y temí que me creyeran loco, pero bueno, aquí están las pruebas, después de desaparecer comprobé que esos "columpios" no los mueve el viento con facilidad.









viernes, 30 de marzo de 2018

Ella y él



Ella, una mujer hacendosa, de una fuerza increíble, conservadora, de pensamiento antiguo, de valores incuestionables, una mujer que tuvo que sepultar a su esposo y a su hijo menor, actualmente tiene 76 años, reducida por una enfermedad, que le dio la vuelta a su mundo.

Él, era (porque ya no está con nosotros) un hombre amable, carismático, entregado pero sobre todo, era quien la hacía feliz a ella.

La noche anterior a qué sucediera todo, mi hermana y yo soñamos con él, y en nuestro sueño, vimos cómo fue herido por un disparo y nos despertamos con la necesidad urgente de ver a mi abuela, yo sentía que me necesitaba.

En la mañana, le quise decir a mi mamá que tenía que viajar primero que ellos donde mi abuela, cuando mi papá recibió una llamada donde se confirmaban nuestros sueños, él estaba muerto, en medio de un acto heroico impidiendo que robaran a unas docentes que le habían entregado la responsabilidad de su transporte a una zona veredal del municipio de La Plata, fueron emboscados para ser atracados, él quiso impedirlo y recibió un disparo en su espalda, que con el transcurrir de los minutos acabó con su vida.

Cuando llegué a la casa de ella, mi abuela, después de una travesía de viaje, donde había hasta olvidado mi maleta en otro carro, su rostro lo dijo todo, el dolor que sentía era indescriptible, esa noche me acosté muy tarde, en silencio, cuidando de ella.

Al día siguiente, junto a mi prima fuimos a la funeraria donde lo estaban velando, eran las 8:30 de la mañana pasadas, entramos, todo estaba en silencio y vacío, salvo por el féretro donde se encontraba, mi prima se acercó a verlo, la verdad no quise hacerlo, pues no quería reemplazar la última imagen que tenía de él, por una donde estaba en un ataúd sin vida, pero al levantar la mirada, Él se encontraba junto a mi prima, mirándola mientras mi prima lloraba, me quede sin aliento y él me volteó a ver, solo esa mirada fue suficiente para que supiera que podía verlo y que podría escucharlo.

Se acercó y para despejar dudas me preguntó si lo veía, le dije que sí, fue directo, me dijo que debía ayudarlo, que no se podía ir, porque no se había despedido de ella y su llanto y su dolor no lo dejaban ir, me contó muchas cosas, planes que tenían en el futuro, pero que se habían quedado en el olvido.

Me dirigí a casa de mi abuela por suerte con ella se encontraban dos de sus hermanas y me ayudaron a hacer la misión más suave, le di muchas vueltas a cómo decirle, hasta que finalmente me decidí. Su cara fue de completa incredulidad, deje el tema de ese tamaño. Después de que se fueran sus hermanas, se acercó a mí y me pregunto, qué tan cierto era eso que le había dicho, le conté lo que él me había dicho y lo creyó sin dudar más. Me preguntó qué podía hacer para ayudarlo, le dije que esa noche él iría a visitarla, que así no pudiera verlo, él estaría ahí con ella para despedirse también.

Esa noche no podía dormir, hasta que escuché que alguien llegó corriendo a mi habitación, al girarme ahí estaba, le dije, entre, que lo están esperando y me quedé dormido. Al día siguiente mi abuela me dijo que ya había hablado con él, que lo había perdonado y le había pedido perdón por todo lo malo, que había sucedido pero que ella necesitaba que él ser fuera, que descansara para siempre, que no se preocupara por ella que ella podría seguir adelante. Me pidió que fuera a la funeraria a verlo, a ver si aún lo veía, yo fui y ya no lo vi más, solo sentí un abrazo y un Gracias en mi oído.

A esta fecha ella aún no cree del todo lo qué pasó, solo me agradece por haberla ayudado de alguna manera a despedirse de él.

Esta historia es con todo mi amor para él, con mi agradecimiento por haberla cuidado y haberla hecho feliz el tiempo que más pudo.

domingo, 25 de marzo de 2018

Juan José

Quiero contarles que siguió pasando en el apartamento después de que se fuera aquel joven, al lado de mi edificio había una construcción de dos pisos, que se estaba cayendo de lo vieja y que además estaba vacía, un día, después de un aguacero muy fuerte, la pared del segundo piso de esa construcción se derrumbó, por suerte no cayó en la calle, pero sí alertó a la alcaldía local, el actuar fue rápido y a los tres dias, se encontraba un carro de bomberos tumbando lo que quedaba de segundo piso. En la tarde de ese día, bajé para salir a dar una vuelta al Septimazo, cuando vi a un niño muy extraño sentado en la escalera del pasillo, su vestimenta no correspondía para nada con esta época, tenía una boina negra, un pantalón corto con tirantes, una camisa blanca con un moño en el cuello, medias largas y zapatos de charol, le pregunté su nombre y me dijo que se llamaba Juan José, le pregunté qué estaba haciendo ahí y me contó que vivía con otros, en un edificio y que un día ese edificio se cayó, todos se fueron y el quedó perdido, entonces entró a mi edificio.

Le pregunté por qué no se había ido, por qué no había seguido, y me dijo que sentía miedo, que sus papás se fueron y él quedó solo y no fue capaz de seguir, le pregunté si quería seguir, si quería irse y dijo que no, que estaba bien así.

Me pareció un Niño muy amable y tierno, le pregunté si conocía más del edificio, dijo que si, que conocía los apartamentos y sabía donde vivía yo. Le dije que cuando quisiera podía ir allá, eso si, sin molestar a nadie y me dijo algo sorprendente. Ya había intentado ir, pero mi gata, no le permitía entrar, le gruñía demasiado y lo atacaba, entonces que mejor así, solo le gustaba ir, para ver cómo se molestaba mi gata.

Lo vi muchas veces más, y luego me fui de ese edificio, he querido volver a verlo, pero no sé si aún esté ahí.

Es triste ver a un niño de la edad de él, quedarse atrapado en este plano, pero su resignación fue tal, que ya no quiso irse. Para Juan José, con todo el amor del mundo, donde se que estes, que seas feliz!

miércoles, 21 de marzo de 2018

Apartamento 501

Después de vivir en casa de estudiantes durante un año largo, conocí a alguien, nos hicimos amigos y pues fui a su casa muchas veces, su casa quedaba en un segundo piso en el barrio La Macarena de Bogotá, un sitio con una riqueza gastronómica envidiable; una noche, en su casa, al ver al espejo vi a un muchacho parado, mirándome desde los ventanales que daban a la calle, no pude determinar el gesto de su cara pero al girarme, no había nadie.

Bastante inquieto por lo que vi le pregunté con respecto a ese joven y me dijo que no era la primera persona que lo veía, que al parecer, en algún momento de su vida, este hombre se había "pegado" a él y desde entonces lo acompañaba.

Lo había visto su sobrina, en compañía de otra compañera, a quienes les había escondido las llaves y tumbaba los libros de la biblioteca. Lo vio su sobrino, a quien le cerro la puerta en la cara y lo vio su ex, durmiendo junto a la cama, acompañándolo y cuando llegaba tarde, lo veía durmiendo en su lado de la cama.

Por cuestiones económicas y para compartir gastos nos mudamos al mismo apartamento, en el centro de Bogotá, muy cerca del teatro Downtown Majestic, los primeros dos meses fueron tranquilos, hasta que una noche, llegando de trabajar, me acosté en mi cama, cuando escuche que alguien intentaba abrir la puerta de entrada del apartamento 501 de ese edificio, resulta que la puerta tenía juego, consistía en dos cerraduras, primero había que abrir la cerradura de abajo, empujar la puerta con el cuerpo mientras se abría la de arriba, pero yo escuchaba que metía y sacaba la llave, como si no pudiera abrir, asumí que era mi roommate, luego escuché que golpeo las sillas de madera y me pregunté si venia borracho o que, hasta que escuche como la mesa de centro del apartamento se movió por toda la sala, como si estuviera siendo arrastrada con mucha fuerza y violencia. Al salir de mi habitación, con las piernas temblando, todo estaba muy tranquilo, me acerqué a la nevera para tomar la llave del apartamento con el ánimo de salir un momento a tomar aire y una voz fría y de adulto se río en mi oído derecho, con una fuerza equivalente a la que había movido la mesa y lo único que pude hacer fue salir corriendo del apartamento.

No se en que momento mi valentía se perdió y lo único que pude hacer fue recurrir al ser espiritual mas fuerte que conocía, mi madre, quien me dijo que todo estaba bien, que me calmará y que le rezará a Dios. Me quede sentado en el primer piso esperando que llegara mi amigo y subimos juntos, todo estaba tranquilo.

Esa noche, después de contarle todo lo que había sucedido y estar mas calmado, cada uno se fue a dormir, pero no hubo descanso, pues me percate de que algo aruñaba las paredes por fuera y el techo. En este momento es pertinente contarles que vivía en el Quinto piso de un edifico que no tenia vecinos de mas de un piso, por lo tanto, las posibilidades de que fuera un vecino o un gato o un ratón eran prácticamente nulas.

Fueron varias noches prácticamente en vela, o al menos conciliaba el sueño muy tarde, esos rasguños en las paredes, no nos dejaron dormir. Una noche cansado de todo lo que estaba pasando, compre una veladora, la puse en un plato con agua, la dejé encendida e hice una oración al fuego para que iluminará cada espacio de la casa y expulsara las sombras de la misma, funcionó un par de noches.

Cierto domingo, estaba solo en el apartamento y entré a mi baño, cuando me cerraron la puerta de mi habitación con demasiada fuerza y la risa volvió, desesperado le grité que esa era mi casa, que en mi casa se seguían mis reglas y que no se le gustaba, se debía ir. Jamas volví a escuchar los rasguños en el techo, en las paredes, ni la risa. Y creo que nadie más lo volvió a ver acostado junto a mi amigo.

domingo, 18 de marzo de 2018

Cambio de ciudad, cambio de vida

Después de cumplir 18 años, me mude a la ciudad de Bogotá, para empezar a estudiar Dirección y Producción de Cine y Televisión, una noche, después de llegar de rumbear, entré a la casa de estudiantes donde vivía, mi habitación era en el tercer piso, frente a la escalera, al llegar al tercer piso, había un niño sentado en el último escalón, lo saludé muy normal y entré a mi habitación, encendí luces, salí nuevamente al baño, a lavarme los dientes y recordé que eran las 3 de la mañana, y me pregunté que haría un niño sentado a esa hora, en una casa, pensé que sería el hijo de la chica del segundo piso, pero aún así fue extraño para mi.

Al salir del baño, el niño seguía sentado en ese sitio, lo salude y le pregunte que quien era, que porque estaba ahí, solo me miro, sonrió, se levanto del escalón y bajo caminando al segundo piso, por supuesto lo seguí, intrigado por ver para donde iba y si, desapareció ante mis ojos.

Esa fue la primera de muchas veces que lo vi, era bastante juguetón, de hecho, mis compañeros de Universidad sabían de su existencia y me preguntaban por él, cierta noche iba a salir con unos amigos a dar una vuelta y uno de ellos estaba sentado en un sillón frente al baño, mientras yo me lavaba los dientes, me preguntó acerca del niño, si había vuelto a verlo o no, y lo vi, sentado en el brazo de la silla, junto a él, riéndose, le dije que estaba a su lado y se puso muy pálido, el niño y yo, solamente reíamos. 

Por alguna extraña razón siempre he tenido afinidad para los niños, en especial para sus espiritus.

Igual en mi habitación, en el closet de esa habitación, había una presencia también, que en las noches que dejaba el closet abierto no me dejaba dormir, pues hacia mucho ruido, como si le molestara mi presencia de alguna manera, pero si cerraba la puerta, dormíamos en paz. Si metía la mano al closet se sentía demasiado frío.

Hasta aquí sucedían cosas esporadicamente, después de haber empezado a estudiar artes escénicas, esas habilidades o la percepción se intensifico. 


viernes, 16 de marzo de 2018

El paso del tiempo

Con el transcurrir del tiempo, los terrores nocturnos se intensificaron, la sensación de que algo sucedería si salía al baño solo me convirtio en un cobarde, al punto de tener que despertar a mi hermano menor, para que me acompañara al baño.

Las sombras, los sonidos, las pesadillas no eran de todos los días, pero si sucedían en el momento menos pensado, no se si alguna vez tuve amigos imaginarios, no se lo he preguntado a mis padres, pero si me han contado que de niño soltaba lo que tuviera en la mano y salia corriendo y gritando que alguien venia por mi.

Ni siquiera podía jugar a las escondidas, porque al mínimo grito de "la mano peluda", por ejemplo, revelaba mi ubicación.

Fue hasta el año 2005, que nos mudamos nuevamente a Florencia, con mis padres y mis hermanos, que en aquella nueva casa, empezaron a suceder cosas.

Una noche, me encontraba hablando por teléfono hasta muy tarde, cuando vi a mi mamá ir a las habitaciones a revisar que sus hijitos estuvieran durmiendo, momentos después salió mi hermana de su habitación y regreso nuevamente, pero después de que mi hermana hubiese entrado a su habitación, una niña de cabello negro, sobre su cara, salió caminando muy veloz, como cuando adelantas una película y todos caminan muy rápido, ella salio del cuarto de mi hermana, y después volvió a pasar, con la misma velocidad, dirigiéndose a la puerta principal.

A pesar del impacto que me produjo, ya había empezado a perder el miedo sobre aquellas manifestaciones y me levante muy rápido de la cama para ver quien era y al salir, no había nadie.

Si les gustan las historias, pueden suscribirse por correo electrónico en el formulario que esta abajo y les llegaran las actualizaciones que suba al blog, perdonen la falta de estilo, pero imagino que iré puliendome a medida que vaya escribiendo mas.

Si tienen preguntas, también hay un formulario de contacto y si quieren y les gusta, pueden comentar, tal vez mas adelante me anime a subir vídeos, aún no lo sé.

jueves, 15 de marzo de 2018

Todo tiene un comienzo

Mi aventura empezó hace un poco mas de 10 años, cuando por primera vez tuve la oportunidad de enfrentarme a lo sobrenatural, y es que presenciar la muerte de una persona no es para nada fácil y lo hace más difícil, tener que ver a esa persona después de morir.
Pero antes de empezar con esta historia, quiero contarles algo de mi, mi nombre es David, tengo 27 años, estudié artes escénicas en la academia de actuación Otto E Mezzo de la ciudad de Bogotá, lugar donde sucedieron muchas cosas que luego contare, hijo primogénito de dos personas que se aman entrañablemente, hermano mayor de dos jóvenes maravillosos, amoroso y entregado a mi familia como nadie. Nacido en la ciudad de Florencia, Caquetá, un rinconcito de selva un poco olvidado por el Estado colombiano, criado en La Plata, Huila, cuna del folclor huilense, caqueteño de nacimiento y opita de corazón.
Actualmente me encuentro terminando mi pregrado de Derecho en la Universidad de la Amazonia, carrera que debo confesar, no es muy grata para mi, pero por vueltas de la vida, la estudie.
Ahora si a lo que vinimos, en el año 1999, me encontraba viajando con mi familia a disfrutar de un merecido fin de semana de descanso, cerca del municipio de Hobo, en el departamento del Huila, en una curva bastante pronunciada, nos encontramos con un accidente terrible, un automóvil (no me pregunten marcas ni nombres, porque no tengo claros esos recuerdos) estrellado contra el guardarrail de la carretera, completamente recogida su parte delantera y con un joven bañado en sangre detrás del volante.
Ese joven, a quien jamas podre olvidar, tenia su cabello negro, su piel era blanca y su edad, oscilaba entre unos 25 o 30 años, viajaba solo, desplazándose en el mismo sentido que viajábamos nosotros, mi familia al viajar en una camioneta de estaca, lo auxilio junto a las demás personas que se encontraban en el lugar, pero nadie noto, que ese joven se encontraba de pie junto a su automóvil, con sus ojos abiertos como platos y sin lograr entender porque no lo veían parado junto a su auto y aun mas, porque se encontraba dentro del mismo.
Punto del Accidente

Al parecer la única persona que pudo verlo fui yo, pues nuestras miradas se encontraron y rápidamente se acerco a mi, yo aún no entendía lo que sucedía del todo, solo atine a decirle que había muerto y que tenia que seguir, dejarse ir, sus ojos se llenaron de lágrimas y desapareció.
Esa primera aparición fue identificable, porque era un tanto traslucida y se iba volviendo transparente a medida que bajaba hacia las piernas. Esa fue la primera de muchas historias que empezaron a suceder de ahí en adelante, en un principio tuve mucho miedo, pero poco a poco fui aprendiendo a convivir con ese don.
Mas adelante les contare mas historias, suscribanse al blog y pregunten lo que quieran, estoy aquí para responder!