Mi aventura empezó hace un poco mas de 10 años, cuando por primera vez tuve la oportunidad de enfrentarme a lo sobrenatural, y es que presenciar la muerte de una persona no es para nada fácil y lo hace más difícil, tener que ver a esa persona después de morir.
Pero antes de empezar con esta historia, quiero contarles algo de mi, mi nombre es David, tengo 27 años, estudié artes escénicas en la academia de actuación Otto E Mezzo de la ciudad de Bogotá, lugar donde sucedieron muchas cosas que luego contare, hijo primogénito de dos personas que se aman entrañablemente, hermano mayor de dos jóvenes maravillosos, amoroso y entregado a mi familia como nadie. Nacido en la ciudad de Florencia, Caquetá, un rinconcito de selva un poco olvidado por el Estado colombiano, criado en La Plata, Huila, cuna del folclor huilense, caqueteño de nacimiento y opita de corazón.
Actualmente me encuentro terminando mi pregrado de Derecho en la Universidad de la Amazonia, carrera que debo confesar, no es muy grata para mi, pero por vueltas de la vida, la estudie.
Ahora si a lo que vinimos, en el año 1999, me encontraba viajando con mi familia a disfrutar de un merecido fin de semana de descanso, cerca del municipio de Hobo, en el departamento del Huila, en una curva bastante pronunciada, nos encontramos con un accidente terrible, un automóvil (no me pregunten marcas ni nombres, porque no tengo claros esos recuerdos) estrellado contra el guardarrail de la carretera, completamente recogida su parte delantera y con un joven bañado en sangre detrás del volante.
Ese joven, a quien jamas podre olvidar, tenia su cabello negro, su piel era blanca y su edad, oscilaba entre unos 25 o 30 años, viajaba solo, desplazándose en el mismo sentido que viajábamos nosotros, mi familia al viajar en una camioneta de estaca, lo auxilio junto a las demás personas que se encontraban en el lugar, pero nadie noto, que ese joven se encontraba de pie junto a su automóvil, con sus ojos abiertos como platos y sin lograr entender porque no lo veían parado junto a su auto y aun mas, porque se encontraba dentro del mismo.

Punto del Accidente
Al parecer la única persona que pudo verlo fui yo, pues nuestras miradas se encontraron y rápidamente se acerco a mi, yo aún no entendía lo que sucedía del todo, solo atine a decirle que había muerto y que tenia que seguir, dejarse ir, sus ojos se llenaron de lágrimas y desapareció.
Esa primera aparición fue identificable, porque era un tanto traslucida y se iba volviendo transparente a medida que bajaba hacia las piernas. Esa fue la primera de muchas historias que empezaron a suceder de ahí en adelante, en un principio tuve mucho miedo, pero poco a poco fui aprendiendo a convivir con ese don.
Mas adelante les contare mas historias, suscribanse al blog y pregunten lo que quieran, estoy aquí para responder!
Pero antes de empezar con esta historia, quiero contarles algo de mi, mi nombre es David, tengo 27 años, estudié artes escénicas en la academia de actuación Otto E Mezzo de la ciudad de Bogotá, lugar donde sucedieron muchas cosas que luego contare, hijo primogénito de dos personas que se aman entrañablemente, hermano mayor de dos jóvenes maravillosos, amoroso y entregado a mi familia como nadie. Nacido en la ciudad de Florencia, Caquetá, un rinconcito de selva un poco olvidado por el Estado colombiano, criado en La Plata, Huila, cuna del folclor huilense, caqueteño de nacimiento y opita de corazón.
Actualmente me encuentro terminando mi pregrado de Derecho en la Universidad de la Amazonia, carrera que debo confesar, no es muy grata para mi, pero por vueltas de la vida, la estudie.
Ahora si a lo que vinimos, en el año 1999, me encontraba viajando con mi familia a disfrutar de un merecido fin de semana de descanso, cerca del municipio de Hobo, en el departamento del Huila, en una curva bastante pronunciada, nos encontramos con un accidente terrible, un automóvil (no me pregunten marcas ni nombres, porque no tengo claros esos recuerdos) estrellado contra el guardarrail de la carretera, completamente recogida su parte delantera y con un joven bañado en sangre detrás del volante.
Ese joven, a quien jamas podre olvidar, tenia su cabello negro, su piel era blanca y su edad, oscilaba entre unos 25 o 30 años, viajaba solo, desplazándose en el mismo sentido que viajábamos nosotros, mi familia al viajar en una camioneta de estaca, lo auxilio junto a las demás personas que se encontraban en el lugar, pero nadie noto, que ese joven se encontraba de pie junto a su automóvil, con sus ojos abiertos como platos y sin lograr entender porque no lo veían parado junto a su auto y aun mas, porque se encontraba dentro del mismo.
Al parecer la única persona que pudo verlo fui yo, pues nuestras miradas se encontraron y rápidamente se acerco a mi, yo aún no entendía lo que sucedía del todo, solo atine a decirle que había muerto y que tenia que seguir, dejarse ir, sus ojos se llenaron de lágrimas y desapareció.
![]() |
Punto del Accidente |
Al parecer la única persona que pudo verlo fui yo, pues nuestras miradas se encontraron y rápidamente se acerco a mi, yo aún no entendía lo que sucedía del todo, solo atine a decirle que había muerto y que tenia que seguir, dejarse ir, sus ojos se llenaron de lágrimas y desapareció.
Esa primera aparición fue identificable, porque era un tanto traslucida y se iba volviendo transparente a medida que bajaba hacia las piernas. Esa fue la primera de muchas historias que empezaron a suceder de ahí en adelante, en un principio tuve mucho miedo, pero poco a poco fui aprendiendo a convivir con ese don.
Mas adelante les contare mas historias, suscribanse al blog y pregunten lo que quieran, estoy aquí para responder!
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Cualquier comentario que quieras hacer, recuerda que debes hacerlo bajo las premisas del respeto hacia los demás.