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miércoles, 7 de noviembre de 2018

Fantasmas de La Candelaria

Hace algunos años ya de esto, cuando estudiaba artes escénicas en la ciudad de Bogotá, me encontraba en un sitio en la Candelaria, que en algún otro momento fue uno de los primeros conjuntos residenciales del sector, un sitio que se cae a pedazos, pero de cuya dirección no me acuerdo en estos momentos, por más que he intentado encontrarla por Google Maps, en esa época la conocí como Miccona.

En ese sitio, muy hermoso para realizar fotografías, tuve la oportunidad de encontrarme con historias de horror, de la época y si, puede que suene como a una historia más de La Candelaria, donde es cierto, abundan los fantasmas, cada historia, cada fantasma y cada muro, nos recuerdan una parte de nuestra historia patria y de quienes empezaron a vivir y a construir lo que hoy es nuestro país.

Ese día, llegamos temprano a tomar las primeras fotos, y a conocer el lugar, cada uno se hacía cargo de su vestuario e iba adelantando algo de maquillaje, en espera de la maquilladora que llegaba a dar los toques finales. Los que no teníamos mucho trabajo que hacer, nos dedicamos a explorar el sitio. La cosa es más o menos así, una calle larga, hagan de cuenta las calles de las pensiones de las películas italianas, con casas alrededor y al fondo, dos casas, pegadas una contra la otra. Algunas de las casas ya se habían caído del todo, otras solo tenían paredes que componían el frente y las cuatro ultimas, estaban completas. En ellas, vivía una familia completa, quienes además se encargaban de cuidar el lugar para evitar saqueos.

Bueno, dentro de ese lugar, tan terrorífico y fascinante a la vez, encontré dos historias que me apasionaron demasiado, y sobre las cuales estuve buscando hasta que encontré una de ellas en un libro de Mado Martínez. Estás historias tienen que ver con mujeres y niños.

En el primer edificio en el cual entre, había solemne una escalera enorme de madera, que se sostenía por los cimientos que tenía, pero no estaba conectada a nada más, ingrese a la casa, pero no vi nada o no sentí nada particular, caminé por sus habitaciones y cuando iba saliendo, escuché los pasos de un niño, bajando la escalera, cuando me giré, lo vi, bajando y sonriendo, siguió caminando como quien no quiere la cosa y pasó a través de mi y de la puerta, tengo que reconocer que el frío que dejan en el cuerpo es horrible, un frío que congela hasta los huesos. El Niño no me vio, ni noto mi presencia, entiendo que vive en un bucle temporal, y quizá para él, en ese momento sus amigos lo estaban esperando para jugar.

La cantidad de energías infantiles que rondaban por el sitio era increíble, parecía un colegio, eran tan fuertes que generaban hasta caída de objetos y sonidos.

Pasó el tiempo y llegó el atardecer, momento propicio para realizar unas fotos en la terraza de una de las viviendas. Por alguna razón no había subido hasta allá, cuando lo hice, me devolvieron por un estuche de maquillaje, al bajar, vi una mujer, con un traje muy tosco de tela muy dura, con su cabello crespo, descalza, quien salía del sitio donde teníamos nuestras pertenencias, lo primero que pensé, fue en un robo, pero esa mujer jamás la había visto en todo el día, revise y no había rastro de que se hubiese robado algo, todos los maletines estaban cerrados y el desorden usual de los actores estaba en su sitio.

Subí a dejar el maquillaje, pero no pude quitarme esa presencia de la mente, baje nuevamente y la encontré “barriendo” en el primer piso, intenté hablarle pero no me escuchaba, creo que también vivía en un bucle temporal, aunque se veía con una felicidad tan extraña, para ser un espíritu que deambula por un lugar.

Y me atrevo a decir, que los fantasmas de La Candelaria, no se han dado cuenta que están muertos y en sus mentes siguen y siguen pasando sus vidas e imagino que cada día se reinicia.

Algún día quiero volver a ese sitio, y tomar mis propias fotos o hacer un vídeo, contándoles las historias de los que sucede.

Creo que va llegando el momento de dar el siguiente paso, hacer investigación en vídeo y crear un canal de YouTube. Que piensan?

No olviden compartir estas historias entre sus conocidos a quienes les gusten este tipo de relatos.

Y quienes quieran contarme sus experiencias o preguntarme cosas, esta el buzón de mensajes o los directos!

sábado, 14 de julio de 2018

Niño fantasma en Pomona

Cuando mi hermanita se mudo a vivir y estudiar un pre-universitario en Popayán, vivió en un aparta estudio de una habitación en el sector de Pomona, junto a un primo y a varios de sus amigos, quienes mantenían mucho tiempo allá. En algún momento, tuve la oportunidad de ir a visitarla, para conocer Popayán y ademas para acompañarla a Medellín a presentarse a la Universidad de Antioquía.

Llegué a su apartamento, muy normal, algo cansado después de estar viajando todo el día, salude a todo el mundo y empezamos a hablar sobre lo que haríamos esa noche. Cuando vi que paso una sombre corriendo por la puerta, pensé que habría algún niño, entonces en tono de broma le dije a mi hermana que si era que tenía algún admirador menor de edad y me dijo que no, que en el edificio no vivían niños, pero que si habían estado sucediendo cosas raras.

Por ejemplo se escuchaban los platos en la cocina, como si alguien los estuviera usando, aún cuando todos estaban en la habitación, alguna que otra vez, los platos se caían. También se escuchaba como si hubiese alguien corriendo por el pasillo pero que en términos generales, no le daba miedo, pues sentía que era alguien muy infantil.

Esa noche salimos, conocí muchos sitios de Popayán, me enamore de sus paredes blancas, de su clima frío, de sus noches húmedas y frías, de toda su historia y de toda su actividad paranormal. Fuimos a dejar a una amiga de mi hermana al sitio donde vivía y en un puente que comunica dos barrios, vi a dos mujeres, que se veaian con su rostro y cuerpos quemados, se lamentaban demasiado, pero no tenían ningún intención de establecer comunicación, solo estaban ahí. Al regresar al apartamento después de haber estado un rato en el Pueblo Patojo, vi un niño parado al final del pasillo, les dije que entraran a todos y hable con él, me dijo que se llamaba Miguel, pero prefería que le llamaran Miguelito, un niño muy simpático y juguetón, enamorado de las niñas que vivían en ese apartamento.

Miguelito decía que prefería vivir ahí, que en cualquier otro sitio, que le encantaba la gente que estaba ahí y que cuando se aburría, le gustaba mover cosas y ver las reacciones de las personas.

Mi hermana se mudó y nunca supe qué pasó, pues jamás quizo que lo ayudara. Si alguien visita ese sitio, llámenlo y pregúntale qué quiere, quizá obtengan algo de actividad paranormal, pues le encanta que lo vean.

jueves, 31 de mayo de 2018

Experiencia en Armero y Honda (Tolima)

Por las fechas del 18 al 20 de mayo de este año, nos embarcamos en una aventura de fin de semana con un amigo, decidimos viajar a Doradal, a la Hacienda Nápoles, obviamente, para viajar hacia Doradal, desde Florencia, hay que pasar por el Huila y por Tolima, específicamente por Armero, para aquello que no lo sepan, el 13 de noviembre de 1985, producto de una erupción del volcán Nevado del Ruiz y por lo flujos pirosclasticos del mismo, que ocasionaron que el 10% del casquete glacial de la montaña se fundiera y enviara 4 lahares (flujos de tierra, lodo y escombros) contra cuatros ríos que nacían en las faldas del volcán.

Uno de los pueblos que se ubicaba en la ribera del río a 50 km del volcán, era Armero, una prospera ciudad del departamento del Tolima, que en cuestión de horas se vio destruida en un 85% y donde perecieron mas de 20.000 de los 29.000 habitantes del pueblo.

Centro del pueblo (Plaza Fundadores)
En el centro del pueblo, donde estaba la plaza, se erigió este monumento que permite ver el pueblo desde los cuatro puntos cardinales, como un recuerdo a los fantasmas que allí habitan. Cerca de este sitio, se encontraba el bar - café Hawai, donde se tomaba tinto en las mañanas y cerveza en las tardes, lugar donde están concentradas muchas lapidas.
Desde mi conocimiento, me pareció que en los sitios donde habían arboles, se concentraba la mayor cantidad de energía, en un principio no quise dejarme permear por nada, solo quería hacer mi recorrido y ofrecer un homenaje silencioso a las victimas, pero mi amigo, me pidió que intentara ver algo.

Obelisco de conmemoración a las
victimas del Hospital San Lorenzo
Caminando entre los arboles para dirigirnos al sitio donde esta levantado una especie de obelisco sin punta, en recuerdo a todas las victimas del hospital San Lorenzo y del Centro Psiquiátrico, pasando debajo de los arboles, cerca de dos lapidas, pude sentir la presencia de una mujer y un dolor indescriptible.

Sentí que alguien se quería comunicar conmigo o que estaba invadiendo un sitio, que otrora había pertenecido a alguien más.

Cerca de allí esta el sitio donde Juan Pablo II se arrodillo y oro por todos los muertos de Armero, lugar que fue declarado campo santo y donde debo decir, no se respeta para nada la memoria de los muertos.


Cúpula de la Iglesia San Lorenzo,
encontrada kilómetros abajo
de su ubicación actual.
Por suerte para nosotros, un señor que iba saliendo en su bicicleta, nos indico como llegar al centro del pueblo y nos siguió, contándonos como él mismo había perdido a su esposa y a su hermano en esa tragedia, no dijo que a pesar de vivir en uno de los barrios mas alejados del lugar por el que ingreso el lahar al pueblo, el tiempo que tuvo de reacción fue muy corto, y ademas nos contó como el Estado, después de haber tenido conocimiento de que la tragedia era inminente, lo único que hizo fue ayudarles a construir una nueva ciudad cerca de la anterior, y después de que los medios internacionales se fueron, los volvió a dejar en el olvido.

Le dimos algo de dinero en agradecimiento por la guía que nos presto y le pedimos que nos enseñara donde quedaba la tumba de Omayra Sánchez y el muy amablemente nos llevo, guiándonos con su monareta.


Omayra Sánchez fue una niña colombiana de 13 años, victima de la erupción que arraso con Armero, una niña que sobrevivió 3 días metida en un hueco con agua, porque sus piernas habían sido atrapadas por una pared, lo que imposibilitaba su rescate. Una niña que a pesar del momento que estaba viviendo, nunca dejo de preocuparse por las notas del colegio y por su mamá.

El sitio donde murio Omayra, ha sido convertido en un lugar donde se encuentran placas de agradecimiento, peticiones, una que otra muñeca de aspecto macabro y cosas bastante raras.

Es un sitio donde confluyen muchas energías, donde hay dolor, rabia, impotencia, donde no se siente que corra aire limpio. En fin, de toda la experiencia, me pareció que era el sitio mas tenebroso, hasta ese momento.

Saliendo del sitio donde esta ubicada la tumba de Omayra, me preguntaron si había visto algo, cerré mis ojos y me concentro al máximo para poder sentir o escuchar algo y fue cuando vi entre dos arboles, una bruma espesa que se alejaba de nosotros, a unos 100 metros, y hacia el otro lado, por mi ventana (yo conducía), vi una lapida sobre una piedra enorme y sobre ella sentada, un niño de al menos unos 5 años, que vestía un pantalón corto, que estaba rasgado, no tenía camisa ni nada que cubriera su torso, ni tampoco tenía zapatos. El niño no se percato de nuestra presencia. Me perdonaran por no tomar fotos, pero no me pareció pertinente y de hecho me pareció muy irrespetuoso hacerlo, pues yo no fui a molestar, solo a presentar mis respetos.

No me quise bajar en ese punto del carro, porque a esa hora, 5 de la tarde, los moscos se alborotan de una manera absurda y parecía una mazorca rosada de tanta picadura.

Proseguimos con nuestro viaje y llegamos a la ciudad de Honda, Tolima, donde un amigo de mi amigo, nos esperaba para pasar la noche ahí. El muy amablemente nos hospedo en una finca donde trabaja.

Al llegar a esa finca y cruzar el portón, pude notar que habían muchas cosas raras que sucedían en ese sitio, sin embargo, pensé que estaba un poco paranoico aún por lo de Armero y no le di gran importancia, hasta que ingresamos a la casa y me di cuenta que en varios puntos de la casa, habían sombras, habían presencias y habían cosas que estaban muy interesadas en nosotros. Total que dejamos las maletas y salimos a comer a La Dorada, cuando íbamos saliendo y al dar reversa en el carro, a través de la cámara de reversa del mismo, vi pasar a alguien por detrás del carro, al mirar por los espejos no había nadie..

Estando en la Dorada, le pregunté al amigo de mi amigo, si en la casa asustaban, me pregunto el porque decía eso y le comente lo que había visto, me confirmo todas las sospechas y acerté en los lugares donde mas molestaban, me contó las cosas que le hacían a las personas que se quedaban ahí, pero se las contare mas adelante.

Esa noche, como a eso de la 1 de la mañana, nos fuimos a dormir, a las 3 de la mañana, me desperté, porque sentía mucho calor y me sentía incomodo, como estaba durmiendo cerca de la cortina, la moví y vi a alguien asomado por la ventana donde estaba, me dio mucho susto, pero intente quedarme dormido. Al despertarme, encontré en el piso de la habitación una moneda de $100 (cien pesos) y preferí dejarla ahí.

Al día siguiente, después de haber pasado el día en la Hacienda Nápoles, donde por cierto, invito a todas las personas que tengan algún tipo de percepción extrasensorial a que se acerquen a la pista o a lo que queda de pista y me digan que han sentido.

Bueno, el caso es que llegamos muy cansados y nos acostamos a dormir, mi amigo intento dormir y no pudo y empezó a chatear en su celular, cuando ya estaba bien oscuro, escucho como que alguien caminaba fuera de la habitación donde estábamos y sintió como si alguien se sentara en la esquina de la cama donde estaba, el creyó que era yo, pero al alumbrar con el celular, no había nadie y por supuesto yo estaba en la otra cama, durmiendo.

Dice que intento rezar pero se le olvidaba hasta el nombre y por lo tanto opto por despertarme, pero no decirme nada de lo que había pasado, temiendo que quizá yo confirmara que había alguien en la habitación con nosotros.

Salimos de la habitación y lo primero que notamos fue un olor a flores de cementerio, salimos de ahí muy rápido y nos sentamos debajo de los arboles que habían en la entrada de la casa, cuando mire hacia el paso a la piscina y vi la silueta de alguien parado ahí, tampoco quise decir nada pero escuchamos como se movían cosas detrás de nosotros. Por lo tanto, valientemente fuimos a buscar al mayordomo de la finca y a la esposa, y al ver la cara de asustados que teníamos, les contamos todo lo que habíamos vivido.

Recuerdan la moneda de $100 pesos que había en el suelo, pues resulta que al llega de Nápoles, Cristian (mi amigo), deposito $300 que tenía en el bolsillo, una moneda de $200 de las antiguas y una de $100 de las nuevas, pues bien, al despertarse, encontró $800, en puras monedas de $100 de la nuevas, ¿por qué es relevante esto?, pues resulta que por toda la finca se encuentran monedas de estas, en las materas, en los arboles, en las camas, en los baños y no hay explicación lógica a quien las deja ahí y por qué.

Esa noche no fuimos capaces de dormir en ese sitio y nos quedamos en el apartamento del amigo de Cristian en Honda, al día siguiente viajamos de nuevo, pero me quede con el sinsabor de querer saber que había pasado, me hubiese gustado pasar la noche ahí, pero sabía que esa noche iba a pasar algo fuerte.

Si les gusto la historia no olviden suscribirse y seguirme en mi página en Facebook con el mismo nombre "Mi Sitio Paranormal". Compartan y comenten!

miércoles, 16 de mayo de 2018

MI RELACIÓN CON LOS ELEMENTALES.

Según la mitología los elementales son seres del mundo espiritual, conectados directamente con los cuatro elementos (de allí su nombre) que rigen al planeta tierra: agua, tierra, aire y fuego.
Se los representa como figuras humanizadas, vestidas de manera extraña y rodeados de mucho misterio. Esta es sólo su apariencia, para que pueda identificárselos. Datan de mucho tiempo, que son anteriores a la aparición del hombre en el planeta. - Paracelso.

Mis padres, tienen una parcela en compañía de otro abogado y su esposa, por la vía que de Florencia conduce a la ciudad de Neiva, mas exactamente, en el km 17, al principio se tuvieron que hacer unos cuantos arreglos pero la parcela es bastante bonita, queda en la parte alta de una peña y abajo, queda una quebrada que es afluente del río Hacha.

Resulta que como siempre que hago cuando llego a algún sitio nuevo y que tengo que habitar de alguna manera, trato de levantar barreras, para que cualquier energía de extraña vibración o con malas intenciones no pueda pasar, pero al hacer esa barrera, me di cuenta que dentro de la casa, habitaba un espíritu bastante particular, lleno de una energía que era desconocida para mí.

Lo busqué, hasta que encontré la fuente de la que emanaba la energía y me di cuenta que tenía el tamaño de un niño, pero estaba subido en un árbol, tenía el rostro de alguien que había vívido mucho tiempo. Me contó que era el espíritu protector de toda esa zona, del agua y del bosque que rodeaban todas las fincas. Yo le dije que nosotros eramos a partir de ahora los dueños de ese sitio, que no queríamos cortar arboles ni destruir el ecosistema, que nuestras actividades solo se restringirían a la casa o al río, que podía seguir cuidando todo alrededor, pero no quería que se metiera a la casa a mover cosas o a asustar a las personas que estuvieran ahí. Acepto de buena manera y se fue.

Una tarde, estando en el río con mi familia, escuche una voz, que sonaba como la mía, que me llama por mi nombre, no una sola vez, fueron tres veces en que me grito, y el último grito fue desesperado, les dije a todos que nos saliéramos del río y que subiéramos, pues el viento estaba soplando muy fuerte, cuando íbamos llegando a la casa, vimos como el agua se había puesto muy turbia y el nivel del río había crecido.

La siguiente vez, estaba con unos amigos y paso lo mismo, solo que esta vez, la advertencia no llego tan rápido y al mirar hacía la parte alta del río, vi como una masa de agua de unos 10 cms de altura, venía bajando por encima del río, tuvimos que correr mucho, y hasta nos caímos tratando de salir, por suerte no hubo mayores daños que los golpes.

Una noche, en un evento bastante particular que organizamos con mis hermanos y sus amigos, llamado el "Parceleishon", estábamos tomando, eran alrededor de las 2:30 de la mañana, cuando vi a este ser, asomado sobre el mirador, tratando de tomar el pelo de mi hermana, que estaba en la hamaca, y que su pelo daba justo donde el estaba, entonces lo reprendí y le pregunté que en que habíamos quedado y me dijo que solo quería advertirme, que había algo muy fuerte y peligroso, que venía subiendo río arriba y que no le gustaba lo que estábamos haciendo, que estaba siendo atraído por la música y que podía lastimarnos, que mejor nos fuéramos a dormir un rato y luego saliéramos. Esa noche se suspendió todo y después algunos decidieron salir y seguir, yo por mi parte, me quede durmiendo, pues esa energía de ese ser, siempre es desgastante y las barreras de protección se alcanzaron a ver comprometidas, no quisiera ni imaginar la fuerza del ser que subió por el río y que habría sucedido si no existiera la protección.

viernes, 27 de abril de 2018

Historia de un sueño... o eso creo


Cuando tenía 6 años, mi abuela materna falleció, ella era un ser muy especial, la verdad es que al ser el primer nieto, siempre fui su consentido, siempre estuvo muy pendiente de mi y me defendía por encima de cualquier castigo o regaño, pero como en esta vida nuestro paso esta medido, ella tuvo que irse por una afección cardíaca. De ella tengo recuerdos muy hermosos, de ella, de su casa, de la tienda, de su perro (con quien compartía mi tetero), de su amor, pero hay un recuerdo, que la verdad no he podido determinar si fue real o fue un sueño.

Resulta que realmente uno tiene muy poca memoria de ser niño y la razón es porque cuando creces, aprendes a juzgar todo lo que te paso y a clasificarlo, cosas bonitas en un lado, cosas feas en otro, pero cuando se es niño, todo es nuevo, todo es aprendizaje.

Cuando mi abuela murió, mis padres no quisieron llevarme al velorio de ella, pues no sabían como enfrentarse a las preguntas de un niño, ni mucho menos explicarle porque la abuela estaba acostada en esa caja y no se iba a volver a levantar, que esa sería la última vez que la vería, pero jamás la volvería a ver sonreír, pero no contaban, con que ella y yo, debíamos despedirnos para siempre.

La noche después de su entierro, yo estaba acostado, no se si me quede dormido llorando o si seguía llorando, solo recuerdo que veía la pared de mi habitación, cuando una luz se encendió detrás de mi, lo se, porque vi mi sombra en la pared, al girar, la vi de nuevo, estaba parada junto a mi cama, vestida de blanco, sonriendo, como la recordaba.

Se sentó en el borde de mi cama, me toco la cabeza y me dijo que venía a despedirse, pero quería pedirme un favor muy grande, que dejara de llorarla, que si seguía llorando por ella, se iba a poner muy triste y no se iba a poder ir, que ella quería descansar y ansiaba irse. Le hice prometerme que jamás me dejaría solo y me lo prometió, le jure que no volvería a llorar por ella y se fue.

Mucho tiempo después, cuando vivía en Bogotá y tenia un día muy duro o un día muy triste, recuerdo haberla visto entrar a mi habitación, acostarme en sus piernas y quedarme dormido, para levantarme al otro día sin zapatos y completamente cobijado en mi cama.

Siempre he sabido que todos tenemos ángeles que nos cuidan y mi ángel se llama MARÍA ANTONIA, me dedico sus últimos años de vida y después de morir, sigue acompañándome. Gracias abuela y hasta que nos volvamos a encontrar!

domingo, 22 de abril de 2018

Juan David

Hola a todos, perdón por tenerlos tan olvidados, pero múltiples ocupaciones no me han permitido escribir, eso y que además la historia que tengo para contarles hoy, merece toda mi atención, esta historia, es un homenaje al amor, un homenaje a un angelito con quien tuve la oportunidad de compartir en vida y después de su muerte también.

La historia de hoy es la de Juan David Martínez Delgado, quien murió en el año 2014, en vida siempre fue un niño carismático, demasiado amoroso, un niño que amaba por encima de todo a su familia.

Lo conocí las muchas veces que fui a Cali, pues es primo de mis primos y vivían en la misma casa, solo que separados por un piso, sus padres son unas personas muy cariñosas, que es en ese momento donde uno no entiende porque suceden estas cosas a personas así.

La fecha de su muerte no la recuerdo con exactitud, solo se que fue para el cumpleaños de su mamá. En ese fin de semana se encontraban celebrando el cumpleaños mi prima y el de la mamá de JuanDa, habían varios jóvenes, compañeros de mi prima y estaba por supuesto la familia, mis padres se encontraban en Cali ese fin de semana, yo no pude viajar, pero me encontraba en Solita - Caquetá, visitando a mi mejor amigo, quien hacia su rural en ese municipio.

Todo sucedió en una finca de Rozo - Valle, Juan David se encontraba jugando junto a una de sus primitas pequeñas en la piscina, intentando sacar unas bombas de la piscina, todo el mundo estaba pendiente de los niños que estaban en la piscina, en especial mi mamá, pero cuando estas cosas tienen que pasar, no hay nada que pueda detenerlas.

Mi mamá tuvo que salir a recoger a mi hermana que venía de Cali para Rozo en una buseta de servicio público, entonces se fue con mi papá y el abuelo de JuanDa, iban llegando a Rozo, cuando mi mamá recibió una llamada de mi tío, diciéndole que alguien se había ahogado en la piscina, que uno de los muchachos que estaba ahí, se había ahogado, pero después volvió a llamar, para decir que era JuanDa quien se había ahogado. Mi madre inmediatamente le comunico la noticia al abuelo de JuanDa y me llamo, yo estaba en ese momento viendo una película con otras personas, cuando recibí la llamada, ese día descubrí la fuerza que tenía Juan. Cerré los ojos en un afán de establecer algún contacto con él, para intentar ayudarlo, sabiendo que estaba lejos y que quizá no podría, inmediatamente me llene de un miedo que sabía que no era mío, le pregunté que donde estaba, que si estaba bien, que porque no estaba viendo nada, y me desconectó.

Después de un rato recibí una llamada de mi primo, quien me contó lo que había pasado y me preguntó que podía hacer por JuanDa, quería saber si se había "ido" ya o si se encontraba por ahí, le dije que había intentado comunicarme con él, pero que el niño sentía miedo, le pedí que hablará con Juan y le dijera que me permitiera ayudarlo, así lo hizo.

Inmediatamente y mientras estaba sentado en una silla, fui extraído de mi propia mente, para aparecer junto a Juan David en la finca de Rozo, viendo la piscina, le pregunte como estaba, como se sentía. Me confesó que sentía mucho miedo y dolor, pero de ver a su mamá y a su papá en el estado en el que estaban, pero que las cosas tenían que suceder así. Le pregunté si había sufrido mucho o si le había dolido, me dijo que no, pero que podía enseñarme lo que sintió. De inmediato me encontré frente a la piscina, mirando un globo y sentía que me iba de cabeza a la piscina, baje al fondo para tratar de impulsarme y una mano muy poderosa me sacó de la piscina, cuando vi quien era, su imagen era muy parecida a la que muestran como la Virgen María, a través del recuerdo de Juan David, escuche la voz de esa mujer, diciéndole que había venido por él, que los niños no debían sufrir al momento de morir y que ella personalmente los guiaba para que pudieran seguir. Nuevamente Juan David me saco del recuerdo y me explico muchas cosas, se sorprendió de que pudiera ayudarlo estando tan lejos, pero me encargo que hablara con sus padres y les ayudara con el duelo que debían hacer.

Me explico que las cosas debían suceder de esa manera, que nadie tenía la culpa de lo que había pasado, pero que todos debían seguir adelante con sus vidas. A pesar de la corta edad física que tenía JuanDa, comprendí que su alma era un alma muy vieja, que ya había vivido muchas cosas y que solo estaba aquí, en este plano y había elegido vivir esa vida, para enseñarnos a todos los que lo rodeamos el amor hacia la familia y la entrega hacia los demás.

Tiempo después el abuelo de Juan David estuvo hospitalizado, muy enfermo, en la noche, antes de dormir, nuevamente fui raptado de mi propia mente y aparecí en la habitación de una clínica, viendo al abuelo de Juan, vi a Juan David escondiéndose de su abuelo y le pregunte por que lo hacia, me dijo que si su abuelo lo veía, aceleraría un proceso que aún no iba a suceder y se iría con él, pero que aún no lo necesitaban, así que se escondía. Al día siguiente, mientras le contaba a mi madre lo que había visto, me entró una llamada de mi tía, para contarme exactamente lo que había visto la noche anterior, y como su papá le había dicho que Juan David había ido a visitarlo esa noche pero que se le escondía, y no se dejaba ver bien.

Juan David fue un ángel en vida y después de su muerte siguió siéndolo y para mi, fue un guía espiritual, un ser de luz que me enseño muchas cosas y me mostró cosas que no creí que sucedieran.

Juan David Martínez Delgado, esto es con mucho amor para ti, por tu legado, por tus enseñanzas y por tu carisma. Espero de todo corazón que les haya gustado, cada que recuerdo esta historia, siendo nostalgia y ganas de llorar, por eso quise hacer este homenaje.

Gracias Juan David y hasta que nos volvamos a encontrar.

sábado, 14 de abril de 2018

Demonio en el Star Mark de la 51 con 7ma.

Una noche, salí de trabajar, para esa época trabajaba en una fundación audiovisual que tenía su oficina en el centro, llegue a Chapinero y entre al Star Mark de la 51 a comprar algo para comer, estaba haciendo la fila, cuando sentí un frío terrible en la espalda, volteé a mirar y en el umbral de la puerta había una criatura con una capa negra, rota en los extremos, ojos de color rojo, manos largas y con unas garras muy filosas y largas que sobresalían, olía demasiado a sangre, a muerte.
Esta criatura se movía muy rápido, como si fuera una sombra, y empezó a pasar por en medio de las personas que habían en el lugar, pasando sus dedos enormes por sus cuellos, oliéndolos y me atrevo a decir que saboreando, entendí que estaba buscando comida, y que quizá esa noche alguna de las personas que estaba en esa sala iba a morir de alguna forma violenta. 
En un momento se paró en frente de mi, y fingí no verlo, pero la verdad es que imagino que notaba el olor de mi miedo y debió darse cuenta que lo vi, después salió del sitio, moviéndose muy rápido. 
Ese ser me recordó mucho al que vi en las residencia universitarias, un ser parasito.
Me atrevo a decir, que cuando se producen esos extraños accidentes en que la persona pierde el control de su auto, o que se cae o algo así, esos seres están detrás de todo eso, buscando almas para alimentarse.

Si alguna vez llegan a verlos, o a sentirlos, no se alarmen, solo piensen que no les pueden hacer nada y váyanse a dormir, no tienten al destino.