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viernes, 27 de abril de 2018

Historia de un sueño... o eso creo


Cuando tenía 6 años, mi abuela materna falleció, ella era un ser muy especial, la verdad es que al ser el primer nieto, siempre fui su consentido, siempre estuvo muy pendiente de mi y me defendía por encima de cualquier castigo o regaño, pero como en esta vida nuestro paso esta medido, ella tuvo que irse por una afección cardíaca. De ella tengo recuerdos muy hermosos, de ella, de su casa, de la tienda, de su perro (con quien compartía mi tetero), de su amor, pero hay un recuerdo, que la verdad no he podido determinar si fue real o fue un sueño.

Resulta que realmente uno tiene muy poca memoria de ser niño y la razón es porque cuando creces, aprendes a juzgar todo lo que te paso y a clasificarlo, cosas bonitas en un lado, cosas feas en otro, pero cuando se es niño, todo es nuevo, todo es aprendizaje.

Cuando mi abuela murió, mis padres no quisieron llevarme al velorio de ella, pues no sabían como enfrentarse a las preguntas de un niño, ni mucho menos explicarle porque la abuela estaba acostada en esa caja y no se iba a volver a levantar, que esa sería la última vez que la vería, pero jamás la volvería a ver sonreír, pero no contaban, con que ella y yo, debíamos despedirnos para siempre.

La noche después de su entierro, yo estaba acostado, no se si me quede dormido llorando o si seguía llorando, solo recuerdo que veía la pared de mi habitación, cuando una luz se encendió detrás de mi, lo se, porque vi mi sombra en la pared, al girar, la vi de nuevo, estaba parada junto a mi cama, vestida de blanco, sonriendo, como la recordaba.

Se sentó en el borde de mi cama, me toco la cabeza y me dijo que venía a despedirse, pero quería pedirme un favor muy grande, que dejara de llorarla, que si seguía llorando por ella, se iba a poner muy triste y no se iba a poder ir, que ella quería descansar y ansiaba irse. Le hice prometerme que jamás me dejaría solo y me lo prometió, le jure que no volvería a llorar por ella y se fue.

Mucho tiempo después, cuando vivía en Bogotá y tenia un día muy duro o un día muy triste, recuerdo haberla visto entrar a mi habitación, acostarme en sus piernas y quedarme dormido, para levantarme al otro día sin zapatos y completamente cobijado en mi cama.

Siempre he sabido que todos tenemos ángeles que nos cuidan y mi ángel se llama MARÍA ANTONIA, me dedico sus últimos años de vida y después de morir, sigue acompañándome. Gracias abuela y hasta que nos volvamos a encontrar!

domingo, 22 de abril de 2018

Juan David

Hola a todos, perdón por tenerlos tan olvidados, pero múltiples ocupaciones no me han permitido escribir, eso y que además la historia que tengo para contarles hoy, merece toda mi atención, esta historia, es un homenaje al amor, un homenaje a un angelito con quien tuve la oportunidad de compartir en vida y después de su muerte también.

La historia de hoy es la de Juan David Martínez Delgado, quien murió en el año 2014, en vida siempre fue un niño carismático, demasiado amoroso, un niño que amaba por encima de todo a su familia.

Lo conocí las muchas veces que fui a Cali, pues es primo de mis primos y vivían en la misma casa, solo que separados por un piso, sus padres son unas personas muy cariñosas, que es en ese momento donde uno no entiende porque suceden estas cosas a personas así.

La fecha de su muerte no la recuerdo con exactitud, solo se que fue para el cumpleaños de su mamá. En ese fin de semana se encontraban celebrando el cumpleaños mi prima y el de la mamá de JuanDa, habían varios jóvenes, compañeros de mi prima y estaba por supuesto la familia, mis padres se encontraban en Cali ese fin de semana, yo no pude viajar, pero me encontraba en Solita - Caquetá, visitando a mi mejor amigo, quien hacia su rural en ese municipio.

Todo sucedió en una finca de Rozo - Valle, Juan David se encontraba jugando junto a una de sus primitas pequeñas en la piscina, intentando sacar unas bombas de la piscina, todo el mundo estaba pendiente de los niños que estaban en la piscina, en especial mi mamá, pero cuando estas cosas tienen que pasar, no hay nada que pueda detenerlas.

Mi mamá tuvo que salir a recoger a mi hermana que venía de Cali para Rozo en una buseta de servicio público, entonces se fue con mi papá y el abuelo de JuanDa, iban llegando a Rozo, cuando mi mamá recibió una llamada de mi tío, diciéndole que alguien se había ahogado en la piscina, que uno de los muchachos que estaba ahí, se había ahogado, pero después volvió a llamar, para decir que era JuanDa quien se había ahogado. Mi madre inmediatamente le comunico la noticia al abuelo de JuanDa y me llamo, yo estaba en ese momento viendo una película con otras personas, cuando recibí la llamada, ese día descubrí la fuerza que tenía Juan. Cerré los ojos en un afán de establecer algún contacto con él, para intentar ayudarlo, sabiendo que estaba lejos y que quizá no podría, inmediatamente me llene de un miedo que sabía que no era mío, le pregunté que donde estaba, que si estaba bien, que porque no estaba viendo nada, y me desconectó.

Después de un rato recibí una llamada de mi primo, quien me contó lo que había pasado y me preguntó que podía hacer por JuanDa, quería saber si se había "ido" ya o si se encontraba por ahí, le dije que había intentado comunicarme con él, pero que el niño sentía miedo, le pedí que hablará con Juan y le dijera que me permitiera ayudarlo, así lo hizo.

Inmediatamente y mientras estaba sentado en una silla, fui extraído de mi propia mente, para aparecer junto a Juan David en la finca de Rozo, viendo la piscina, le pregunte como estaba, como se sentía. Me confesó que sentía mucho miedo y dolor, pero de ver a su mamá y a su papá en el estado en el que estaban, pero que las cosas tenían que suceder así. Le pregunté si había sufrido mucho o si le había dolido, me dijo que no, pero que podía enseñarme lo que sintió. De inmediato me encontré frente a la piscina, mirando un globo y sentía que me iba de cabeza a la piscina, baje al fondo para tratar de impulsarme y una mano muy poderosa me sacó de la piscina, cuando vi quien era, su imagen era muy parecida a la que muestran como la Virgen María, a través del recuerdo de Juan David, escuche la voz de esa mujer, diciéndole que había venido por él, que los niños no debían sufrir al momento de morir y que ella personalmente los guiaba para que pudieran seguir. Nuevamente Juan David me saco del recuerdo y me explico muchas cosas, se sorprendió de que pudiera ayudarlo estando tan lejos, pero me encargo que hablara con sus padres y les ayudara con el duelo que debían hacer.

Me explico que las cosas debían suceder de esa manera, que nadie tenía la culpa de lo que había pasado, pero que todos debían seguir adelante con sus vidas. A pesar de la corta edad física que tenía JuanDa, comprendí que su alma era un alma muy vieja, que ya había vivido muchas cosas y que solo estaba aquí, en este plano y había elegido vivir esa vida, para enseñarnos a todos los que lo rodeamos el amor hacia la familia y la entrega hacia los demás.

Tiempo después el abuelo de Juan David estuvo hospitalizado, muy enfermo, en la noche, antes de dormir, nuevamente fui raptado de mi propia mente y aparecí en la habitación de una clínica, viendo al abuelo de Juan, vi a Juan David escondiéndose de su abuelo y le pregunte por que lo hacia, me dijo que si su abuelo lo veía, aceleraría un proceso que aún no iba a suceder y se iría con él, pero que aún no lo necesitaban, así que se escondía. Al día siguiente, mientras le contaba a mi madre lo que había visto, me entró una llamada de mi tía, para contarme exactamente lo que había visto la noche anterior, y como su papá le había dicho que Juan David había ido a visitarlo esa noche pero que se le escondía, y no se dejaba ver bien.

Juan David fue un ángel en vida y después de su muerte siguió siéndolo y para mi, fue un guía espiritual, un ser de luz que me enseño muchas cosas y me mostró cosas que no creí que sucedieran.

Juan David Martínez Delgado, esto es con mucho amor para ti, por tu legado, por tus enseñanzas y por tu carisma. Espero de todo corazón que les haya gustado, cada que recuerdo esta historia, siendo nostalgia y ganas de llorar, por eso quise hacer este homenaje.

Gracias Juan David y hasta que nos volvamos a encontrar.

sábado, 14 de abril de 2018

Demonio en el Star Mark de la 51 con 7ma.

Una noche, salí de trabajar, para esa época trabajaba en una fundación audiovisual que tenía su oficina en el centro, llegue a Chapinero y entre al Star Mark de la 51 a comprar algo para comer, estaba haciendo la fila, cuando sentí un frío terrible en la espalda, volteé a mirar y en el umbral de la puerta había una criatura con una capa negra, rota en los extremos, ojos de color rojo, manos largas y con unas garras muy filosas y largas que sobresalían, olía demasiado a sangre, a muerte.
Esta criatura se movía muy rápido, como si fuera una sombra, y empezó a pasar por en medio de las personas que habían en el lugar, pasando sus dedos enormes por sus cuellos, oliéndolos y me atrevo a decir que saboreando, entendí que estaba buscando comida, y que quizá esa noche alguna de las personas que estaba en esa sala iba a morir de alguna forma violenta. 
En un momento se paró en frente de mi, y fingí no verlo, pero la verdad es que imagino que notaba el olor de mi miedo y debió darse cuenta que lo vi, después salió del sitio, moviéndose muy rápido. 
Ese ser me recordó mucho al que vi en las residencia universitarias, un ser parasito.
Me atrevo a decir, que cuando se producen esos extraños accidentes en que la persona pierde el control de su auto, o que se cae o algo así, esos seres están detrás de todo eso, buscando almas para alimentarse.

Si alguna vez llegan a verlos, o a sentirlos, no se alarmen, solo piensen que no les pueden hacer nada y váyanse a dormir, no tienten al destino.

lunes, 9 de abril de 2018

Residencias Universitarias de la Nacional

Residencias Universitarias 10 de Mayo (Universidad Nacional)


Aún hoy, después de casi 9 años de ese suceso lo tengo en mi memoria, como si hubiese sido reciente. Hoy les voy a contar, acerca de la primera experiencia que tuve con un ser de una oscuridad abrumadora, con el único objetivo de hacer daño.

Primero quiero situarlos en el espacio - tiempo de este relato.

Corría el año 2009, me encontraba estudiando Dirección y Producción de Cine y Televisión en la ciudad de Bogotá, tenía un grupo de amigos a quienes quiero demasiado y con quienes trabajamos muy bien a la hora de rodar los cortometrajes exigidos para final de cada semestre. Sus nombres son Laura, Luisa, Andrés y Tomas, para ese semestre tuvimos que recurrir a locaciones exteriores a la Universidad, pues por regla general, después del segundo semestre, ya se nos consideraba lo suficientemente grandes como para que nos prestarán los equipos y sacarlos de la U.

Después de dar muchas vueltas, discusiones y falta de presupuesto, Laura nos sugirió un sitio que quedaba cerca de Corferias, conocido por ser la sede las residencias universitaria de los estudiantes de la Universidad Nacional de Colombia, un sitio que otrora hizo parte del Centro Urbano Antonio Nariño, que reunía a la perfección los elementos necesarios para el corto que pretendíamos hacer.

Este sitio ubicado entre la Avenida Las Américas y Corferias y la Carrera 33 y la Calle 24, a escasas calles de la salida de la Calle 45 de la Universidad Nacional.

Edificio que fue consumido parcialmente por un incendio producido por un enfrentamiento entre la fuerza pública y el movimiento estudiantil hace ya mas de 60 años, incendio que devoro 9 pisos de la torre 1 y que a la fecha en que sucedieron los hechos, no habían sido restaurados. 

Las veces que he ido a Bogotá y he pasado por ese sitio, siento como si se me nublará nuevamente el corazón y la vista como aquella noche.

Sin otro particular empecemos.

La primera noche de rodaje, todo transcurrió de manera normal, eramos un grupo muy grande de muchachos que incluían a mis amigos de siempre y un técnico de iluminación que por suerte fue con nosotros, y nos ayudo con uno que otro gallo eléctrico que tenían los equipos.

Esa noche, nos dimos cuenta que el sitio al que nos estábamos metiendo, tenía una carga energética particular, sus habitantes, eran de diversos orígenes, incluyendo étnicos y el sitio no se mantenía en las mejores condiciones, sin embargo la pasión de hacer lo que nos gustaba nos movía a trabajar fuerte.

Para ese rodaje Lau era la directora, Andrés era el camarógrafo, Luisa era la iluminadora y yo era Productor, después de mucho voltear, encontramos el pasillo que necesitábamos y nos pusimos a trabajar, para ese momento, ya me encontraba un poco aturdido, pues habían sombras que pasaban y pasaban, pero no se decidían a hablar o a materializarse, por lo que no le di mucha importancia. Esa noche terminamos de grabar a las 2 o 3 de la mañana, guardamos equipos y nos dispusimos en la parte de afuera del edificio a esperar que llegará el carro que iba a recoger los equipos y guardarlos en casa de algún compañero. 

Nos encontrábamos en esas, cuando escuche que me hablaron, gire mi vista hacia la parte del edificio que estaba quemada y habían dos personas, una mujer de mediana edad, cabello largo, ojos tristes y piel descarnada y un hombre mayor, un poco calvo y piel descarnada también. Estaban muy interesados en nosotros y en lo que estábamos haciendo, cuando se dieron cuento que los estaba viendo. Aún no comprendo como funciona esto, pero imagino que así como yo los veo a ellos y lo siento a través de la piel o de su magnetismo, ellos también me sienten a mi y me buscan. La cuestión es que ella, me advirtió que lo que estábamos haciendo no le gustaba a "Eso", que por favor nos fuéramos y que no buscáramos problemas, que estabamos entrando en algo mucho mas grande que nosotros y muy peligroso ademas.

Mis amigos, conocedores del tema (a Andrés fue a quien se le sentó el niño en el brazo de la silla), me preguntaron si algo estaba mal, les dije lo que me dijo el espíritu de esa mujer y nos quedamos en silencio, pero entonces, en tono de burla, Luisa dijo: "Pues que venga, que se aparezca, que aquí lo atendemos". Le pedimos respeto, pero las cosas quedaron en una tensa calma, el carro llegó, cargamos los equipos y nos fuimos a dormir.

A la noche siguiente, teníamos que terminar el rodaje, así que nos dirigimos nuevamente al sitio y empezamos nuestro trabajo de nuevo, pero esa noche traería sorpresas.

Como a eso de la 1 de la mañana, Luisa me comento que tenía demasiado frío y que se sentía muy mal, no le prestamos demasiada importancia pues era Bogotá en la madrugada, cuando la vi sentada, fue cuando me preocupe, ademas que ya había sentido una presencia que iba y venía todo el tiempo y el ambiente se ponía mas pesado. Fui donde estaba sentada y me dijo que tenía demasiado frío y en efecto temblaba mucho, le preste una chaqueta muy gruesa que tenía y la abrace con una manta aislante grande para ver si lograba que le pasará el frío, a esas alturas lo único que me preocupaba era que se enfermará, aunque la temperatura, he de decirlo, no era demasiado baja.

Pero algo paso, cuando Luisa tocó mi mano, mi vista cambió y logre identificar algo que se escondía en las sombras de un parque de niños, una sombra, de mas de 1.80 metros de altura, totalmente negra, mas negra que la oscuridad que tenía al fondo, con un par de puntos rojos donde usualmente deberían estar los ojos y fuego que salía de una grieta que debería ser la boca de una persona, esa figura nos observaba y se percató de mi vista, se desplaza lento, como una sombra que avanza por el sol, pero el miedo no me permitió moverme, he de reconocer que tuve mucho miedo en ese momento, pues no entendía quien era o que era eso, ni que quería, solo podía verlo desplazarse y llegar donde estábamos Lu y yo.

Le dije que se fuera y nos dejará en paz, pero solo se río, dijo que ella quería verlo, que lo había retado y ahí estaba, respondiendo el reto, que lo único que quería era su alma, enseñarle una lección.

Fueron unos minutos angustiantes, pero fui incapaz de dejarla sola, su poder era tal, que todo el ruido desapareció, solo podía quedarme ahí, observando mientras se reía, mientras estaba de pie frente a nosotros, sintiendo toda la energía que lo alimentaba, todo el dolor, la ira, la muerte. Se identifico como el dueño de todo ese lugar y me dijo que lo estábamos perturbando, que no teníamos ningún derecho de estar ahí, que todo lo que a ese sitio llegaba, le pertenecía, y eso nos incluía, solo le repetía que no podía permitir que le hiciera daño a ninguno, incluyéndome, hasta que me dijo que entonces si no se la llevaba a ella, me llevaba a mi, y lo que imagino era su mano, atravesó mi pecho por el esternón, cuando hizo eso, sentí como si tomaran un cuchillo congelado y me empezaran a cortar el pecho, lo único que pude sentir en ese momento es como Luisa dejo de temblar y empece a temblar yo, me faltaban fuerzas, por suerte, Andrés estaba mirando todo, lo que físicamente podía ver y se sentó junto a mi, le dije ayúdeme que no puedo más, y puso su mano en mi pecho y empezó a orar, tan pronto lo hizo, empece a sentir un calor que salía de su mano, entraba en contacto con mi piel y sanaba la herida que esa entidad había hecho en mí, con la llegada de Andrés, la entidad desapareció, pero se escucho un ruido de cristales rompiéndose, lo único que pensé, era que se había caído alguna luz, y Andrés salió corriendo junto con los demás del equipo, a ver que sucedía.

En ese momento la entidad volvió y se paro al lado de un trípode que sostenía una luz y la inclinó, pero no la dejo caer, la soltó de nuevo y se fue. Mis compañeros de equipo trajeron a Sebastián, otro de los chicos que estudiaba conmigo, con una herida en sus manos, pues había roto la puerta de vidrio que daba del interior al exterior del edificio, Sebastián se sentó junto a mi y le pregunte si estaba bien, solo levanto un dedo y me dijo, me corté, su dedo goteaba sangre, su mirada era bastante extraña, le dije a Laura que lo llevara a otro sitio, que lo alejara de Luisa y yo.

Eso fue mas o menos hasta las 4 de la mañana, terminamos de grabar, nos amaneció y me dirigí con los equipos y con Sebastian a la Universidad a entregar todo, para poder irme a descansar, Sebastian me pregunto si podía irse, porque no soportaba verme, lo mande para la casa, entregue equipos, salí de la Universidad casi a las 8 de la mañana, llegué a mi casa, muy cansado y la señora que cuidaba que todo estuviera en orden, me detuvo en la puerta y empezó a decirle a algo que venía detrás de mi, según ella, que se fuera, que no podía estar ahí y lo saco, sentí como si un peso se me bajará de encima y dormí hasta el día siguiente.

Cuando Luisa llegó a Mosquera (Cundinamarca), donde vivía y pudo hablar con su mamá, le preguntó que estaba haciendo o que había pasado entre las 2 y 3 de la mañana, pues se había despertado muy angustiada pensando en ella y sentía que algo malo le sucedía, ella le contó lo que había sucedido y su mamá la regaño, por haber hecho lo que hizo.

Con el paso de los días nos animamos a hablar de lo que paso y solo nos reíamos, pues a pesar de lo aterrador y raro que se había puesto todo, ya había acabado.

Esa fue la primera vez que vi una energía oscura tan concentrada, capaz de adquirir una forma corpórea y con tanta sed de violencia, sin embargo no fue la última. Asumo que a esas formas es a lo que La Biblia llama demonios y sentí todo el poder que aparece descrito en ese libro.

También pude sentir el poder de la oración y sobre todo de la oración hecha con fe y con amor, gracias a Andrés que en ese momento supo que hacer, es que las cosas no pasaron a mayores.

Espero que les guste la entrada de hoy, no olviden suscribirse por los medios que puedan, la verdad aún no entiendo el funcionamiento de este blog, y cualquier duda, no duden en escribirme!

martes, 3 de abril de 2018

Niño Fantasma Timbío - Cauca

Toda la Semana Santa tuve la oportunidad de pasarla con mi familia en una finca que alquilamos en Timbio - Cauca, una noche, mientras estábamos esperando terminar unas compras que estábamos haciendo, frente al Estanco donde estábamos había un parque deportivo, de esos que tienen maquinas donde utilizas tu propio peso para moverlas y así ejercitarte.

Como cosa normal, un niño se acerco a una de esas maquinas y empezó a moverla, como era de las grandes, donde utilizan dos piernas para moverla, piernas adultas por supuesto, se paro en una sola y empezó a jugar, mi sorpresa fue enorme cuando me percate que aquel niño era un fantasma, por la tanto tome mi celular y grabe esto.

Después de haberlo grabado, volvió a moverse, no le pregunte quien era ni que quería, porque habían mas personas ahí y temí que me creyeran loco, pero bueno, aquí están las pruebas, después de desaparecer comprobé que esos "columpios" no los mueve el viento con facilidad.